La deportación, con “cooperación mexicana”
La Oficina de Aduanas y Control Fronterizo de Estados Unidos –ICE, por sus siglas en inglés– aseguró que en la deportación de la migrante indocumentada Elvira Arellano sí hubo coordinación “cercana” con representantes consulares de México, para garantizar la seguridad e integridad física de la detenida.
Además, informó que en los primeros 10 meses del año fiscal –en Estados Unidos es del primero de octubre al 30 de septiembre– se realizaron 220 mil deportaciones de extranjeros, y que cumplirá con su “tarea prioritaria” de detener a los migrantes indocumentados, sin importar su visibilidad o el peso que tengan en la opinión pública.
De acuerdo con representantes de los consulados de México en Los Angeles y San Diego y la posición oficial del gobierno mexicano, el traslado obstaculizó la asistencia consular. Incluso, el cónsul de México en Los Angeles, Rubén Beltrán, aceptó que la ICE les notificó de la detención, pero sostuvo que esta información carece de sentido si se niega la oportunidad de brindar apoyo consular, además de que a la detenida le fue negada dicha petición.
Ante esta realidad, el Centro sin Fronteras, organización pro migrantes que apoyó a Elvira Arellano en su refugio de un año en la Iglesia Metodista Unida Adalberto, de Chicago, para no ser deportada, señaló que ante el fracaso de la aprobación de una ley migratoria, pareciera que los inmigrantes tienen como destino soportar otros tres años de redadas, deportaciones y separación de familias.
“Vamos a ver tres años más de despidos de empleo causados por las cartas de verificación de números del seguro social. Vamos a tener tres años de militarización de la frontera y violencia por parte de policías locales y vigilantes particulares en contra de nuestro pueblo. Nuestra gente no quiere esta alternativa, y tampoco debemos aceptarla en su nombre”, señaló el organismo, el cual prepara una serie de acciones en protesta por la deportación de Arellano.