Voy a Cuba fresco, sin ninguna carta bajo la manga, dijo el político panista
Ratifican en comisiones a Jiménez Remus como embajador en La Habana
Ampliar la imagen Gabriel Jiménez Remus compareció ante los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión y se comprometió a trabajar para mejorar las relaciones con Cuba Foto: La Jornada
En comisiones, los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión ratificaron ayer el nombramiento de Gabriel Jiménez Remus como embajador de México ante Cuba, después de que el político panista expuso que su tarea principal será crear un clima de confianza que permita restablecer la interlocución política entre ambos gobiernos, luego de los “años de tensión” y de distanciamiento que arrastra la relación bilateral.
Al comparecer ante integrantes de la Comisión Permanente, el ex embajador ante España y varias veces legislador federal sostuvo que hay voluntad política del gobierno mexicano de establecer “un diálogo abierto, franco y respetuoso” con Cuba para lograr un nuevo marco de entendimiento, a fin de “incrementar el nivel de las relaciones y fortalecer nuestros vínculos y nuestras aspiraciones regionales y mundiales”.
Reiteró en varias ocasiones que lo fundamental es generar confianza por medio de “una renovada interlocución política con las autoridades cubanas”. Cuando dos legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) le preguntaron cómo lo logrará tras la crisis provocada por Fox, respondió que va a La Habana “fresco, sin ninguna carga histórica y sin ninguna carta bajo la manga”.
Dejó en claro que no llevará posturas que condicionen de antemano el diálogo y que en el caso de los derechos humanos apoyará que la Organización de Naciones Unidas atienda ese tema por medio de mecanismos e instrumentos serios y no selectivos ni politizados.
Jiménez Remus expuso ante diputados y senadores –muchos de ellos compañeros suyos en otras legislaturas– su programa de trabajo centrado en dar salida a los problemas torales, como son la deuda de Cuba con Bancomext, que está ya en tribunales internacionales, el intercambio comercial, que se desplomó en más de 50 por ciento durante el sexenio de Fox y la migración cada vez mayor de cubanos hacia México, como vía de paso a Estados Unidos.
En ese sentido dijo que ya como embajador ante Cuba impulsará las negociaciones para adoptar un nuevo acuerdo migratorio que resulte “mutuamente conveniente”. En general, expuso, intentaré promover “la reactivación de todos los grupos de trabajo que en materia comercial, hacendaria y financiera existen entre los dos países”.
La política exterior hacia Cuba “debe ser vista como un eslabón importante de las relaciones que el gobierno de México se ha fijado hacia América Latina y el Caribe, donde hoy se debe convivir y generar consensos con diversos regímenes. Las relaciones que México busca establecer con Cuba son muestra de la determinación gubernamental de respetar las idiosincrasias y las diferencias políticas y económicas entre nuestros países”.
Confió en que su presencia en Cuba contribuya a la solución de los problemas por los que atraviesa la relación. El diálogo, dijo, no estará exento de visiones divergentes en algunos de los temas de la agenda bilateral, “pero esta circunstancia no invalidará ni mucho menos mermará la voluntad política de avanzar y profundizar en nuestros vínculos”.
A la comparecencia asistieron los coordinadores del Partido de Acción Nacional (PAN) en el Senado y en la Cámara de Diputados, Santiago Creel y Héctor Larios, y la sesión de preguntas y respuestas dio pie para que la mayoría de los legisladores expresaran su respaldo a Jiménez. “Caballero de la política” lo llamó su compañero de partido Cristián Castaño; el priísta Melquiades Morales habló de su trayectoria parlamentaria y diplomática e inclusive la perredista Yeidckol Polevnsky le dijo que le alegra la visión que tiene de Cuba y la decisión de recomponer la relación.
“No me gusta cuando oigo elogios en mi presencia, no me gusta porque tengo la extraña sensación de que estoy viviendo mis propios funerales, por aquello de que muere y sabrás de tus virtudes”, respondió Jiménez Remus y provocó la risa de los asistentes.
En otra respuesta, expuso que va a Cuba con mucha ilusión, “quizá la última de mi vida, por tener esta edad”, pero con la determinación firme de lograr el alto nivel de diálogo político, que es “la piedra angular para favorecer y desarrollar un nuevo entendimiento”.
“Cuba vive un periodo muy importante de cambios, definitorios para su futuro inmediato, y México no puede mantenerse al margen”, señaló. Hoy el pleno de la Comisión Permanente votará su ratificación.