Arriban 40 familias de Presa Sección Hornos al refugio de Metro Observatorio
''Aquí estamos más seguros... allá, de plano, vivíamos en la orillita''
El albergue se ha convertido en una ciudad a escala; tienen hasta sus propios comercios
Aunque ya pasó la emergencia, el proceso de desalojo continuará, advierte delegado en Alvaro Obregón
En lo que se busca sea un "albergue modelo", en casas de una sola pieza y techos a dos aguas, hechas con madera y cemento, así como con áreas comunes con cocinas, baños y lavaderos, se encuentran las familias que fueron desalojadas del asentamiento irregular conocido como la Presa Sección Hornos, en la delegación Alvaro Obregón, luego de las lluvias ocasionadas por el huracán Dean en la ciudad de México.
En total fueron 40 las familias que aceptaron la reubicación, las cuales se sumaron a las 34 que ya se encontraban, desde hace un mes, en el refugio habilitado en la explanada del Metro Observatorio, que han hecho de este espacio una ciudad a escala, en la que ya cuentan con sus propios comercios, entre ellos misceláneas, una panadería, una papelería e inclusive una tortillería.
"Las tiendas nos quedan un poco lejos y pues algunos aprovechamos para dar el servicio", cuenta Azucena Felipe, quien agrega que su situación dista mucho de la que vivía en el cerro. "Aquí estamos más seguros, mi casa estaba sostenida sólo con varillas y en las lluvias mis niños amanecían con las manos heladas", apunta.
A diferencia de otros albergues, aquí cada familia cuenta con su propio espacio, una casa de por los menos 20 metros cuadrados, donde yacen sus pertenencias. Catres, lavadoras, mesas y sillas forman parte del mobiliario de las viviendas, trazadas en dos largos pasillos, con tres módulos de servicios comunitarios.
Aunque el complejo aún no está concluido -una cuadrilla de trabajadores levanta las últimas viviendas y afina los detalles de las ya construidas-, toda la comunidad se encuentra motivada. "Ayer nos entregaron los baños y las cocinas", dice contenta doña Elvira López, quien explica que antes les habían habilitado unos sanitarios portátiles y cada quien resolvía sus alimentos como podía.
Inclusive, ya definieron su reglamento interno: cada familia va a tener que limpiar un día los baños o las cocinas, porque, salvo éste, el resto de los servicios, como luz y agua, serán proporcionado por el gobierno delegacional, que también dispuso de transporte escolar gratuito para llevar a los niños a sus escuelas, en los dos turnos.
A esta dinámica se incorporó María de Lourdes Ruiz, quien llegó la madrugada del jueves pasado con su esposo y dos hijos. Desde uno de los lavaderos, la joven cuenta que sólo le permitieron traer lo más indispensable, como ropa y cobijas, pero "gracias a Dios estamos mejor, allá era mucho el peligro, porque de plano vivíamos en la orillita", apunta.
El jefe delegacional, Leonel Luna, indicó que aunque ya pasó la emergencia, el proceso de desalojo continuará en los próximos días, sobre todo en el caso de la Presa Sección Hornos, donde aún permanece un grupo de 27 familias que se resistió a salir del lugar.
"Nos pidieron conocer primero el campamento, ya lo hicimos, y esperamos que a más tardar este fin de semana concluyamos con el traslado de los habitantes de este predio, que vamos a cercar y convertir en un área verde, para evitar nuevas invasiones", refirió al señalar que también serán reubicadas dos familias de la colonia Olivar del Conde y 12 más de ampliación La Cascada.
El refugio albergará de manera permanente a por lo menos 120 familias en situación de alto riesgo en la demarcación de diferentes colonias de la delegación, hasta que, mediante un proyecto del Instituto de Vivienda del Distrito Federal, se les entregue una vivienda definitiva.