Celebró con sus grandes amigos: Ainhoa Arteta, Manuel Lanza y Arturo Chacón
Emotivo festejo de Ramón Vargas en Bellas Artes por 25 años de carrera
La presentación concluyó luego de 4 encores
En octubre ofrecerá concierto altruista
Ampliar la imagen Chacón, Lanza, Vargas, Arteta y el director Ricardo Frizza Foto: Gerardo Peña/ INBA
Brillante y emotiva resultó la gala de dos horas y 45 minutos efectuada la noche del jueves en el Palacio de Bellas Artes para celebrar los 25 años de carrera de Ramón Vargas, el tenor mexicano con mayor proyección internacional del momento.
El público llenó el máximo recinto cultural del país y correspondió con entusiasmo y calidez al programa preparado para la ocasión, en el que participaron amigos cercanos de Vargas: la soprano vasca Ainhoa Arteta, el barítono español Manuel Lanza y el tenor mexicano Arturo Chacón, dirigidos por el italiano Ricardo Frizza y acompañados por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
La celebración comenzó con la obertura de Nabucco, de Verdi, y continuó con la primera aparición de Vargas, quien fue recibido con una ovación nutrida y prolongada antes de interpretar un aria de Luisa Miller, también de Verdi. Enseguida Ainhoa Arteta dio muestra de sus capacidades, al interpretar un fragmento de La bohéme, de Puccini. En su turno Lanza recreó parte de Hérodiade, y Chacón de Le Cid, ambas de Massenet.
Durante una pausa abierta en el programa, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sergio Vela, hizo un reconocimiento a la trayectoria y logros del “maestro” y “amigo”, mientras la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Franco, le entregó un diploma. Emocionado, el tenor agradeció el gestó a los funcionarios y la presencia de sus amigos y del público.
Duetos con los amigos
En la segunda parte del programa se interpretaron fragmentos operísticos de Puccini, Gounod, Verdi, Tchaikovsky, Rossini y Cilea. Fueron particularmente deslumbrantes, por su calidad vocal e histriónica, los duetos de Vargas con Arteta, en un aria de Fausto, y con Lanza en una parte de El barbero de Sevilla.
Surgido del Coro de Infantes de la Basílica de Guadalupe, el punto de partida profesional de Ramón Vargas comienza con el primer lugar del Concurso Carlo Morelli, de 1982. Un año después debuta en Monterrey y se presenta por primera vez en el Palacio de Bellas Artes, con Il tabarro, de Puccini.
Ese mismo año –recuerda el crítico Juan Arturo Brennan en el programa de mano–“canta el rol de Fenton en el Falstaff, de Verdi, bajo la batuta de Eduardo Mata, quien al año siguiente lo convoca de nuevo para cantar Don Ottavio, en Don Giovanni, de Mozart”.
Tres años después de su primera presentación en Bellas Artes obtuvo el Premio Enrico Caruso y viaja a Viena. A partir de entonces “se dedicó asiduamente a acrecentar y pulir su enorme talento”.
Dos horas y 45 minutos después, luego de cuatro encores, la gala concluyó con Vargas, Arteta, Lanza y Chacón interpretando el brindis de La traviata, de Verdi.
Ramón Vargas volverá el 25 de octubre a Bellas Artes con un concierto a beneficio de la Fundación Comparte Vida, que promueve las donaciones de médula ósea.