Anna Kibor Jelagat mejoró el récord de la competencia al parar el reloj en 2:38.23
Kenianas arrasan en la edición 25 del maratón; Adriana Sánchez llegó tercera
Las competidoras tuvieron que esquivar automóviles y ciclistas que invadieron la ruta
Ampliar la imagen La edición 25 del maratón internacional capitalino se disputó con un clima benevolente y un recorrido casi plano que hizo disfrutar la ciudad
Ampliar la imagen La mexicana Adriana Sánchez (56) dio pelea a las kenianas para soportar el ritmo que impusieron hasta el final y remontar al tercer lugar Foto: Marco Peláez
Sólo un mes de preparación en Toluca fue suficiente para que la keniana Anna Kibor Jelagat ganara ayer el maratón internacional capitalino, con un crono de 2:38.23 horas para establecer nueva marca del certamen y mejorar el 2:39.07 que impuso la mexiquense María del Carmen Díaz hace 10 años.
Al triunfo de Jelagat se unió el de su compatriota Margaret Karie Toroitich, segunda con 2:39.09, seguida por las mexicanas Adriana Sánchez (2:40.07), Paula Apolonio (2:42.42) y Rocío Carrera (2:42.53), por lo que la representación de Kenia, en sus dos ramas, coparon por primera vez el podio en las bodas de plata del certamen en la prueba de largo aliento.
Sin oponentes de calidad y con un registro de 37 corredoras de elite, la mayoría nacionales y nueve kenianas de “un universo de 6 mil”, según estimaciones del presentador que con gritos invadió la Plaza de la Constitución para dar la bienvenida a las competidoras que llegaron a las seis de la mañana y una hora después tomaban la salida en pleno corazón de la ciudad en total oscuridad.
Imposible ver a las africanas que apenas se distinguían por sus uniformes de llamativos colores fluorescentes, las diademas blancas que usaron la ganadora Jelagat y Alice Ndirangu Waruguru o la espigada Lucy Njeri, cuya estatura sobresalía entre el pelotón de las bajitas pero tesoneras mexicanas.
El grupo de 20 competidoras se separó del resto en los primeros 5 kilómetros del trayecto, cuando la temperatura marcaba 16 grados celsius, eran escoltadas por seis motociclistas que traían las luces encendidas y se hicieron de palabras con los fotógrafos que les pedían que se quitaran o apagaran sus faros para tomar sus placas.
Al pasar Garibaldi, que aún no despedía a sus visitantes nocturnos y perfilarse a la Calzada de los Misterios con peregrinos en los camellones, se escuchó un grito: “¡No las aflojen!” que provocó risas entre ellas para romper un poco el silencio que enseguida retomaron para continuar su camino sobre las solitarias y despejadas calles en las que pasaron.
A la par de su bajita estatura, Adriana Sánchez Ruiz, de 34 años, traía un diminuto calzón rojo que hacía juego con su top del mismo color para lucir su curvilínea figura pese al nublado clima que se combinó después con rayitos de sol.
El clima favoreció en gran parte a las competidoras y más a las africanas que, como es costumbre, saben trabajar en equipo y de forma ordenada, todo lo contrario de las mexicanas que cada quien vela por su santo, aunque en esta ocasión todas, en algún momento, se unieron para torear algunos automovilistas y ciclistas que invadieron la ruta ante la ineficaz logística que brindó la organización.
Insurgentes, Polanco y Chapultepec hervía de centenares de colados que lucían sin recato los dorsales en sus playeras esperando el menor descuido para integrarse con los rezagados y fue en Reforma, cuando el veloz Hilary Kimayo (18) rebasó a las mujeres justamente en la Diana Cazadora, donde Sánchez comenzaba a desplazarse para dejar la punta a las kenianas.
En el kilómetro 22 se definió todo y aunque la mexicana iba cuarta remontó una posición y así llegó al Zócalo, donde fue recibida entre ovaciones por cientos de espectadores con la promesa de que “ya será para la otra” cuando alcance la victoria y feliz recibió su premio de 100 mil pesos de manos del jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, quien a su vez entregó 250 mil a la vencedora Jelagat y 180 mil a Toroitich.