Balance de la Jornada
La racha de Pumas, reflejo de una cantera agotada
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El americanista Santiago Fernández acosa la meta de Jesús Corona, de Tecos
Foto: Víctor Camacho
De por sí la racha de 13 partidos sin triunfo refleja el mal momento por el que atraviesan los Pumas. Pero más allá de los números –que a veces han sido en encuentros que han dominado y con muchas oportunidades falladas–, lo preocupante es el panorama general del cuadro universitario.
Pumas es hoy el lado oscuro de aquel equipo brillante que fue. Lo único rescatable que le queda es su siempre fiel afición, aunque se cuelen auténticos vándalos que utilizan al balompié como carta abierta para sus desmanes.
Pero eso es todo lo que queda. Antes el cuadro universitario era el semillero del futbol mexicano. Ahora ese lugar lo tiene el Atlas, seguido quizá de las Chivas. La universitaria es una cantera agotada que ni siquiera alcanza a surtir las necesidades del primer equipo.
Y lo peor es que a ningún involucrado parece importarle. Ni al propio Ricardo Ferretti, quien dijo que sólo le concierne lo que sucede en el primer equipo y que esas cosas nimias de la cantera se le deben preguntar a los entrenadores de fuerzas básicas.
Por lo menos el Tuca es congruente entre lo que hace y dice. En su alineación prefiere a veteranos provenientes de otros equipos y a los elementos foráneos. El problema es que ni así obtiene victorias y, lejanos los buenos tiempos, parece que el club se conformará otra vez tan sólo con salvarse del descenso.
Para consuelo de Pumas existe el Puebla, que va que vuela de regreso a la división de ascenso y será su próximo rival en Ciudad Universitaria. Un triunfo sobre los Camoteros no será para echar cohetes, pero por lo menos romperá la peor racha de su historia.
La nota de la semana la dieron los Tecos al revivir al timonel argentino César Luis Menotti. Su máximo logro es el título mundial en 1978, conseguido bajo la sombra de la dictadura, y suma ya 24 años sin ganar algo.
Es un auténtico filósofo del futbol –da gusto escucharlo cada cuatro años durante los mundiales–, pero el uruguayo Carlos Miloc lo bautizó como el Filósofo del Dólar. Por todo lo que sabe, y su manera de decirlo, habrá que desearle éxito a uno de los últimos entrenadores que gustan del balompié como espectáculo… aunque la mayoría de las veces sólo quede en convincentes palabras y buenas intenciones.
Ya se verá si los Tecos tuvieron razón o se dejaron embrujar por el discurso, pero de lo que no queda duda es que el futbol mexicano tiene que agradecerle su labor en el Tri.
Su paso fue fugaz, pero convenció a los futbolistas nacionales de que podían competir con los grandes, en un momento en que nuestro balompié fue incluido en las copas América y Libertadores.
El que está viendo peligrar su prestigio es Américo Gallego. Campeón en todos los equipos que ha estado, no ha ganado con los Tigres.
En el medio futbolístico se sabe de la displicencia de los felinos, pero el Tolo los definió desde dentro: “A los jugadores les da lo mismo ganar, perder o empatar”.
Los directivos de la UANL le dirán que ya sabían el problema, pero que no le pagan 2 millones de dólares anuales para que lo hiciera público, sino para que lo arreglara.
El que tiene motivos para sonreír es Hugo Sánchez, a quien le bastó una reunión para convencer a su peor crítico: Jorge Vergara. El polémico magnate hasta habló de que el Tri será campeón el próximo Mundial.
Vergara estaba inconforme porque el Pentapichichi no contemplaba a sus Chivas como titulares. Si llegaron a un arreglo ya se verá en los próximos partidos de la selección; mientras, Guadalajara consiguió su primer triunfo del torneo y el novato Omar Arellano anotó en el máximo circuito, lo que es un justo premio a un jugador con mucho futuro que había sido abucheado sin merecerlo.