El gobernador de Texas condena muro fronterizo
La economía de EU requiere del trabajo mexicano: Rick Perry
El gobernador de Texas, Rick Perry, censuró la “falta de madurez” del Congreso de Estados Unidos al no sacar adelante una reforma legislativa que garantice el número suficiente de trabajadores migratorios para que la economía de su país siga creciendo.
Además, dijo a la prensa que la propuesta del gobierno federal de su país de construir un muro a lo largo de toda la frontera con México es una “idiotez”. Perry, quien desde el domingo se encuentra en México para encabezar una delegación comercial de Texas, insistió en la necesidad de reabrir el debate en torno a la reforma migratoria.
Posteriormente repitió esta postura ante el presidente Felipe Calderón, durante un encuentro en el cual ambos rechazaron la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
En la residencia oficial de Los Pinos, el Presidente abogó por que se redoblen los esfuerzos que permitan un flujo legal, seguro, ordenado y respetuoso de los derechos humanos de los migrantes, y manifestó que la población mexicana hace una contribución muy relevante a la vida económica, social, política y cultural de Estados Unidos.
Durante la charla que Perry sostuvo con algunos miembros de la prensa nacional y agencias extranjeras, poco antes de visitar a Calderón, lamentó que tras el fracaso del Capitolio, en junio pasado, el gobierno federal de su país se haya concentrado ahora en la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, en la deportación de migrantes y en presionar a las empresas para no emplear a los trabajadores indocumentados.
No obstante, hay que recordar que aunque el gobernador republicano se ha expresado en contra del muro, su estado es el que ha desplegado mayor número de elementos de la Guardia Nacional para la vigilancia de la frontera, además de que en su territorio también se han aplicado algunas leyes en contra de los migración indocumentada.
Perry subrayó lo importante que es separar la migración de las medidas de seguridad. “Necesitamos a esos trabajadores migrantes para que nuestra economía siga creciendo”, subrayó.
Propuso la expedición de visas temporales de dos años para trabajadores, que pudieran renovarse si los migrantes cumplen con la ley y el pago de impuestos, y, en caso contrario, sean penalizados con cárcel y deportación.
Bajo este esquema, el gobernador texano se dijo dispuesto a aceptar un “flujo libre de individuos entre los dos países que desean trabajar y ser un activo para México y para Estados Unidos”.
Dijo que una cosa es vigilar la frontera con el despliegue de tecnología y colaboración eficaz ente las autoridades de todos los niveles, y otra muy distinta la construcción de una barda a lo largo de toda la frontera, cuya propuesta es una “idiotez”.