París sentenció al ex líder panameño a 10 años de cárcel por lavado de dinero
Aprueba juez de EU extraditar a Francia al ex general Manuel Antonio Noriega
Ampliar la imagen Noriega, en fotografía tomada el 8 de noviembre de 1989 en la ciudad de Panamá Foto: Ap
Miami, 28 de agosto. El juez estadunidense William Turnoff aprobó hoy la extradición a Francia del ex general Manuel Antonio Noriega, quien gobernó Panamá entre 1981 y 1989, cuando fue derrocado por Estados Unidos tras la invasión al país itsmeño, que dejó unos 5 mil muertos.
Noriega fue sentenciado por la justicia estadunidense en 1992 a pasar 30 años en prisión por narcotráfico y lavado de dinero, aunque la pena fue reducida por buena conducta y finaliza el 9 de septiembre.
Después que el Departamento de Estado termine los trámites de extradición, el general, que fue durante años colaboró con la CIA, será entregado a Francia, donde fue juzgado en ausencia y condenado a 10 años de cárcel por lavado de dinero.
La defensa del ex líder panameño, tanto en Estados Unidos como en Europa, consideró injusta la decisión del juez.
El letrado estadunidense Frank Rubino, que lleva el caso en Miami, denunció que, una vez en Francia, el general perderá su condición de prisionero de guerra, otorgada por los tribunales que lo juzgaron en Estados Unidos.
De ser así, según él, Noriega “podría ser puesto en el subterráneo de la Bastilla” y retenido “junto con personas de naturaleza violenta que podrían lastimarlo”.
Lo que Rubino quisiera es que su cliente fuera entregado a Panamá, donde enfrenta una condena en rebeldía a 54 años de prisión por varios cargos, entre otros la decapitación del líder opositor Hugo Spadáfora y varias violaciones contra los derechos humanos.
Si regresa a su país, sin embargo, lo más probable es que el ex general cumpla su pena bajo arresto domiciliario, beneficio al que sería acreedor por tener 73 años.
Aunque el gobierno panameño ha repetido en varias ocasiones que también está buscando el regreso de Noriega al país canalero, y el canciller Samuel Lewis Navarro afirmó que está “insistiendo de forma categórica en que sea enviado a Panamá”, la oposición piensa que las autoridades no han hecho lo suficiente.
Una de las voces que opinan así es el ex presidente Guillermo Endara, impuesto en el cargo por Estados Unidos durante la invasión, que provocó la muerte de más de 300 militares panameños, según el Pentágono, y de unos 5 mil civiles.
Según el ex mandatario, el actual jefe de Estado, Martín Torrijos, “recibió toda clase de favores de Noriega, por lo que no le conviene su regreso”. Endara se refería a que el presidente es hijo de Omar Torrijos, que gobernó el país de 1968 a 1981 y fue mentor del militar derrocado.
Si bien esto es cierto, Noriega corrió una suerte muy distinta a la de su ex jefe. Mientras Torrijos murió en un accidente aéreo en 1981, él se refugió en la nunciatura apostólica en Panamá el 24 de diciembre de 1989, cuatro días después de que las tropas estadunidenses comenzaron a bombardear la capital del país.
Una semana después, y tras escuchar la música que los invasores hicieron sonar día y noche en torno a la nunciatura para hacerlo salir, Noriega se entregó a los militares estadunidenses.