Cuestiona si el Informe puede ser parte de una negociación sobre el futuro del IFE
“Honestidad política”, demanda Ugalde a Ejecutivo y Legislativo
Vuelve a criticar los acuerdos alcanzados en el Congreso de la Unión sobre reforma electoral
Ampliar la imagen Luis Carlos Ugalde y Virgilio Andrade, durante los trabajos de ayer en el Instituto Federal Electoral Foto: Cristina Rodríguez
Por segundo día consecutivo el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, cuestionó los alcances de las negociaciones que se llevan a cabo en el Congreso de la Unión sobre la reforma electoral, que involucran la remoción de los consejeros. Asimismo, hizo un llamado a la “honestidad intelectual y política” del Ejecutivo y el Legislativo, que acuerdan los alcances de dicha reforma:
“La celebración de un Informe de gobierno, en los términos previstos por la Constitución, y con la formalidad que amerita la investidura presidencial, ¿puede ser parte de una negociación sobre el futuro y la independencia del IFE? Una negociación tan importante para el futuro social y económico del país, ¿puede estar dependiendo de otra reforma que, siendo importante, no tiene nada que ver con la reforma electoral?”, preguntó.
“Una negociación no puede reducirse a pedir cabezas”
Al término de la sesión del Consejo General del IFE, donde se presentaron los resultados de la consulta que realizó el organismo entre ciudadanos, Ugalde criticó que la reforma electoral se reduzca a la negociación de “las cabezas” de los consejeros y que esto lleve implícita la autonomía del organismo. A su juicio, eso implicaría tergiversar y trivializar el debate sobre el futuro de la democracia en México.
Deploró también que en la pretensión de los partidos políticos de remover a los consejeros electorales vaya incluida la marginación de temas sustanciales para la democracia mexicana, como es el hecho de qué hacer en torno a la penetración del dinero en la política. “¿Cómo evitar la perversión que se da cuando el dinero compra la política y a los políticos?”, volvió a preguntar.
–¿No se está dando un balazo en el pie Calderón al aceptar en una negociación la cabeza de los consejeros por la reforma fiscal?
–Yo haría dos preguntas como reflexión sobre el futuro de la democracia. La celebración de un Informe de gobierno, en los términos previstos por la Constitución y con la formalidad que amerita la investidura presidencial, ¿puede ser parte de una negociación sobre el futuro y la independencia del Instituto Federal Electoral? Y la segunda es: ¿si la negociación política, tan importante para el futuro social, económico del país, puede estar dependiendo de otra reforma que, siendo importante, no tiene nada que ver con ella, como es la reforma electoral?
Ugalde acusó a los partidos políticos de trivializar el debate, al reducirlo a la discusión de “las cabezas” de los consejeros electorales. Criticó el hecho de que a pesar de ser una negociación de tal envergadura, lo que la sociedad conoce hasta ahora solamente es lo concerniente al cambio de los funcionarios del IFE, sin saber a fondo sobre el acceso de los partidos a los medios de comunicación y financiamiento, entre otros temas importantes.
Para el consejero presidente del IFE, con este tipo de negociaciones se corre el riesgo de mandar una señal en contra de la autonomía del propio instituto pues, insistió, el mensaje implícito con la salida de los consejeros es que se registró un fraude electoral. Ugalde apuntó que si se atiende a los dos argumentos vertidos para justificar la salida de los funcionarios –que hubo fraude electoral o que los consejeros perdieron la confianza ciudadana–, en realidad lo que se haría es mentirle al país.
La sociedad considera onerosas las campañas electorales
Señaló que el instituto realizó una consulta “ambiciosa” que involucró a más de 3 mil ciudadanos, la cual definió como el sondeo más importante que se haya realizado entre la sociedad. Por ello demandó que los partidos políticos atiendan los requerimientos que la sociedad hace en torno a la reforma electoral y que –según había dicho previo a la entrevista, durante la sesión del Consejo General— tenía que ver con lo onerosas que consideraban las campañas.
Ugalde expresó que existe consenso generalizado en torno a la necesidad de una reforma electoral, “siempre y cuando se resuelvan los problemas de fondo”, pero subrayó que en los términos actuales el Poder Legislativo está trivializando las discusiones sin abordar los temas que realmente interesan al país.
Finalmente, el presidente del IFE dijo que una negociación en esta condiciones, concediendo los argumentos que esgrimen los partidos de fraude electoral y pérdida de confianza en el IFE, sería tanto como “mentir a la historia del país” y proceder en un sentido en el que la autonomía del instituto está en juego.