Tabaré Vázquez asistió fuertemente resguardado por policías
Pese a tensiones, inauguran en Uruguay un puerto para la papelera Botnia
Ampliar la imagen Ambientalistas argentinos desplegaron pancartas y advirtieron sobre la contaminación que ocasionará en el medio ambiente la fábrica de celulosa Botnia, instalada a orillas del río Uruguay, que separa ambos países Foto: Reuters
Buenos Aires, 29 de agosto. A bordo de varias lanchas, ambientalistas y vecinos de Gualeguaychú y otras ciudades de la provincia argentina de Entre Ríos, navegaron por el río Uruguay agitando banderas y pancartas, en repudio a la inauguración de una terminal portuaria en Nueva Palmira, Colonia, que será utilizada por la papelera finlandesa Botnia.
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, y otros funcionarios, asistieron al acto rodeados de un intenso operativo policial.
Este acto también fue repudiado anoche por la cancillería argentina, que en un documento consideró que se burlan las negociaciones bilaterales. El clima de tensión se agravó por las declaraciones del vicepresidente uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, quien no descartó volver a llevar tropas del ejército para custodiar a Botnia.
La productora de celulosa, que también está a punto de inaugurarse, se levanta en Fray Bentos, localidad uruguaya frente a la entrerriana de Gualeguaychú, cuyos vecinos llevan adelante una larga lucha en rechazo a este proyecto, que consideran los afectará irreversiblemente por la contaminación del medio ambiente y de las aguas del río que comparten ambos países.
También hay protestas en Uruguay, donde hace días algunos trabajadores resultaron afectados por una intoxicación proveniente de un escape, que ocasionó los mismos problemas entre vecinos de Gualeguaychú. Hubo una ligera esperanza cuando el propio Tabaré Vázquez sostuvo que si se demostraba alguna clase de contaminación se iban a tomar medidas. Pero el acto de hoy indica que el gobierno uruguayo sigue adelante, y esto sigue produciendo fuerte tensión entre ambos países.
Por el puerto de Palmira, la papelera Botnia exportará diariamente 3 mil 500 toneladas de pasta de celulosa que procesará en Fray Bentos. El contrato, firmado en tiempos del anterior presidente uruguayo, Jorge Batlle, “es leonino”, sostienen políticos.
Los ambientalistas entrerrianos llamaban con altavoces al pueblo uruguayo a no dejarse engañar sobre los efectos de la planta, y advertían sobre la desertificación que ocasionará en Uruguay la siembra masiva de eucaliptos. Hay protestas de pequeños productores en Colonia y otros lugares, pero el gobierno de Vázquez no accedió a escuchar ninguna demanda.
“Es mentira, hermanos uruguayos. Botnia no los sacará de la pobreza. Es sólo beneficio para los ricos y los poderosos y va a destruir nuestras vidas, nuestro futuro y el río”, clamaban.
Los manifestantes sólo llegaron hasta el límite jurisdiccional del río que une a los países, y allí desplegaron banderas y pancartas alusivas al conflicto.
Sectores militares han preparado informes, donde hablan de “posibles acciones terroristas”, a pesar de que es evidente el accionar pacifista de las familias de Entre Ríos. Productores y vecinos uruguayos dieron a conocer que están atemorizados por la fuerte presión del gobierno contra todas las protestas.
El 28 de agosto hubo una reunión entre el secretario de la Presidencia uruguaya, Gonzalo Fernández, y el jefe de gabinete argentino, Alberto Fernández. El resultado fue que la cancillería argentina calificó de “emprendimiento ilícito” la construcción de Botnia, y consideró esta inauguración un “agravamiento” del conflicto.