México SA
Recuento de falsedades
Desconocen el artículo 93 constitucional
Repetidas, frases de campaña, compromisos y promesas huecas
Ampliar la imagen Roberto González Barrera, presidente del Grupo Industrial Maseca, platica con Carlos Hank, ayer, antes de que comenzara el informe de gobierno del presidente Felipe Calderón en Palacio Nacional Foto: Marco Peláez
Como no tenía nada concreto que informar, pero era necesario llenar muchas páginas en blanco que parecieran un reporte detallado del estado que guarda la nación, el inquilino de Los Pinos se dedicó a repetir frases de campaña, compromisos de arranque de gobierno y, en fin, enunciados igual de dichos que de huecos.
Las citas y “logros” políticos, económicos y sociales en nueve meses de estancia en la residencia oficial, compendiados en el autodenominado Informe de gobierno, se pueden encontrar, por cientos, en los discursos y promesas de campaña, en el par de “debates” organizados el año pasado, en la decembrina toma de posesión por la puerta de atrás, o en cualquiera de los pronunciamientos en giras, encuentros, reuniones y conexos como inquilino de Los Pinos. Pero de carne, nada.
Las mismas frases huecas, con iguales promesas incumplidas e idénticos vacíos en cualquiera de las “cinco grandes vertientes” en que el michoacano dividió su “informe” (“estado de derecho y seguridad, economía competitiva y generadora de empleos, igualdad de oportunidades, sustentabilidad ambiental y democracia efectiva y política exterior responsable”), en este segundo capítulo del “entregas y te vas”, para cuya emisión la clase política secuestró al país durante semanas.
Sin honores, sin tribuna, sin atril, Calderón entregó su “informe” a un dócil correligionario, y en su apuro por decir algo que justificara su estancia en San Lázaro, sólo se le ocurrió ofrecer algo que por ley está obligado a hacer: “he instruido a los secretarios del despacho del gobierno de la República para que se presenten ante este Congreso a rendir un informe del estado que guarda su ramo en los términos y cuando así lo determine la Cámara de Diputados o el Senado de la República” (alguien debió decirle que de tiempo atrás el artículo 93 constitucional establece que “los secretarios del despacho, luego de que esté abierto el periodo de sesiones ordinarias, darán cuenta al Congreso del estado que guarden sus respectivos ramos”).
La anterior es una muestra de la “indiscutible victoria” que algunos jilgueros oficiosos atribuyen al inquilino de Los Pinos, quien se vio obligado a realizar un segundo show, en Palacio Nacional, disfrazado de “Informe a la nación” para decir y prometer exactamente lo mismo que ha dicho y prometido a lo largo de los últimos dos años (desde su precandidatura hasta su reciente cuan efímera visita a San Lázaro).
Y como en los mejores tiempos de Fox, “logros”, muchísimos “logros”, aunque sean virtuales, aferrado a la sublimación de la estabilidad macroeconómica, aunque ésta no genere crecimiento ni desarrollo, y el uso discrecional de cifras (sinónimo de “resultados”, dicen en Los Pinos) en todos los ámbitos para justificar su estancia en la residencia oficial.
Siendo el “presidente del empleo” está obligado a presentar resultados positivos, aunque éstos a todas luces sean falsos. Por ejemplo: A) en el anexo estadístico del “informe” se presume que la “generación neta de empleos con acceso a seguridad social (trabajadores asegurados al IMSS) sumó 866 mil 900 mil (54 por ciento eventuales y 46 por ciento permanentes)” de enero a junio de 2007, con lo que habría superado lo registrado en este renglón durante todo 2006 (página 9 del Compendio de estadísticas representativas del desarrollo nacional).
B) “De acuerdo con cifras acumuladas a julio de 2007, la afiliación total de trabajadores al IMSS se situó en 14 millones 505 mil 483 personas, cifra superior en 539 mil 925 trabajadores (100 mil plazas menos que en igual lapso de 2006) respecto al nivel observado en diciembre de 2006, lo cual permitió alcanzar de nueva cuenta un máximo histórico. El avance se observó en las dos modalidades de contratación (56 por ciento eventuales y 44 por ciento eventuales). No obstante la evolución del empleo formal, la desocupación mostró mayores niveles de desempleo con respecto a lo observado en los mismos meses de 2006” (texto del primer Informe de gobierno).
C) Las cifras oficiales del IMSS, avaladas por la Secretaría del Trabajo, indican que en enero-junio el registro de empleo formal en esa institución se incrementó en 450 mil 814 plazas (63 por ciento eventuales y 37 por ciento permanentes), una diferencia negativa cercana a 410 mil plazas según la afirmación A y cercana a 90 mil de acuerdo con la B. La fuente de información es exactamente la misma, mientras crece el desempleo.
Pero si de falsedades se trata, va un recuento mínimo, en forma de frases, sobre una de las promesas de Calderón (de la precandidatura panista a Los Pinos): “una premisa fundamental de mi gobierno será la preservación del ejercicio de las libertades; no habrá censura de ningún tipo ni cortapisas para hablar o escribir; rechazo cualquier clase de control sobre los medios de comunicación; no creo en la censura y me parece absurdo que se pretenda silenciar una opinión válida; en mi su gobierno no hay ni habrá espacio para la censura, porque no se acepta que haya ningún tipo de control para ejercer la libertad de expresión; la libertad de pensamiento es garantía del ejercicio democrático; la independencia y la libertad de los medios es indispensable para que la sociedad se fortalezca y sea crítica y participativa; es indispensable la libre manifestación de las ideas; por convicción me opongo a la censura y a cualquier forma de control informativo…”
Bien por las promesas, pero ¿en los hechos? Sencillo: Los Pinos censuró la transmisión en vivo desde el Congreso y sacó del aire el mensaje de la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, al anunciar que por la cuestionada legitimidad de Calderón abandonaba el salón de plenos para no recibir el primer Informe de gobierno. Otra “indiscutible victoria” del michoacano.
Las rebanadas del pastel
Alégrense, que la fiesta no concluye, porque si a los legisladores no se les olvida sigue el show del paquete económico 2008, “reforma” fiscal incluida.