Pequeñas doctrinas de la soledad se presentará mañana en la UNAM

En su nuevo libro, Miguel Morey explora la confluencia entre literatura y filosofía

Ambas disciplinas recuerdan que todo conocimiento transforma al individuo, señala

Fabiola Palapa Quijas

El filósofo barcelonés Miguel Morey, en su más reciente libro, Pequeñas doctrinas de la soledad, explora la “zona de confluencia entre literatura y filosofía que compromete eso que llamamos pensamiento”.

El autor, quien se encuentra de visita en México para presentar su libro, sostiene que el pensamiento, en una de sus dimensiones, está relacionado con el conocimiento que modifica al ser humano.

“La literatura apunta a esta modificación, provoca la transformación, pero la filosofía en algún momento parece no estar tan atenta, y ahí es donde Nietzsche reclama que no sólo hay un mundo por conocer, sino que en ese conocimiento nosotros mismos quedamos transformados.

“La filosofía y la literatura nos invitan a recordar que en todo acto de conocimiento hay una transformación del sujeto. La filosofía, quizá por el peso de la ciencia, se ha preocupado más de la parte de transformación del mundo, dejando en la sombra el modo como nos transformamos, y es aquí donde viene la literatura para no perder la interpelación entre autor y lector.”

En entrevista con La Jornada, Morey explica que la filosofía fue delegando la interpelación, por eso, en Pequeñas doctrinas de la soledad intenta recuperar el cruce entre filosofía y literatura, para no perder ese “tuteo que todo buen libro nos dirige o interpela”.

De acuerdo con el autor, la noción de soledad está en el pensamiento moderno, porque aparece con la lectura privada, la lectura solitaria, la que no se hace en voz alta, sólo con la mirada.

“La lectura privada y silenciosa es el espacio del que habla El Quijote; el espacio al que se remite la espiritualidad de Lutero; el espacio en el que se apoya la filosofía de Descartes. Todas ellas van dirigidas al lector que lee para sí mismo, que reflexiona y acompaña la lectura con sus propios pensamientos.

“Al poner la soledad en primer plano me refiero a la soledad en el sentido existencial, pero cargando el acento en este carácter de creador de espiritualidad que tiene la lectura privada y silenciosa.

“La soledad es la provocadora del pensamiento, el lugar donde nace el pensamiento que luego atribuiremos a un sujeto. Es el espacio de la soledad con uno mismo, que ni siquiera soy yo”, señala el catedrático de filosofía de la Universidad de Barcelona.

Pequeñas doctrinas de la soledad es una puerta que nos comunica con la compañía más preciada a la que podemos aspirar: la soledad de los grandes escritores, la cual se cristaliza en palabras, y éstas en literatura. Beckett, Artaud, Burroughs, Michaux, Lowry y Bataille, son algunos de los rostros que acompañan el ejercicio silente que entraña conocernos y reconocernos en los otros.

Los textos que presenta el autor en el volumen tiene en común el cambio en la exteriorización de la intimidad. “La literatura aparece como una práctica privada y silenciosa, pero existe una gran diferencia entre la literatura oral y la escrita. Cuando aparece el pensamiento nos obliga a recogernos aunque no estemos en situación de soledad, simplemente surge una ocurrencia y nos retiramos a ese espacio de la soledad”.

Para adentrar al lector en el tema del silencio que permite dialogar con nosotros mismos y escuchar desde el interior, Miguel Morey presentará, el 4 de septiembre a las 19 horas, el libro Pequeñas doctrinas de la soledad, en el auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).