Dinero
Pavarotti: su última vez en México
La placa en la Laguna Salada
Los negocios de Yunes
Sky y la liga española
Dos veces han puesto la placa conmemorativa y dos veces la han robado. La idea era recordar a las generaciones siguientes el lugar exacto donde el gran Pavarotti ofreció un concierto el 18 de octubre de 2003, para celebrar el primer centenario de la fundación de Mexicali. Fue la última ocasión que estuvo en México. El sitio no es nada parecido a la Scala de Milán o al Metropolitan de Nueva York; es la Laguna Salada, el hostil desierto que se extiende entre la ciudad y las montañas de La Rumorosa. ¿Por qué seleccionaron la Salada? Los organizadores querían un escenario fuera de lo común y Pavarotti se fascinó. Faltaba en su biografía esa página: cantar en el desierto. Llegó en la víspera a Mexicali, se hospedó en el hotel Crown Plaza, lo atendió el presidente del comité de las festividades, Netzahualcóyotl Pérez Román, quien por cierto es hijo de uno de los periodistas más queridos de la comarca, Pedro Pérez y Ramírez, Peritus, ya fallecido. Netzahualcóyotl –y su hermano Cuauhtémoc– no quisieron seguir la vida de pobreza de un reportero provinciano y han levantado un imperio en la construcción de viviendas: Urbi.
Comida china
Nadie puede decir que conoce Mexicali si no visitó alguno de sus 200 restaurantes de comida china. Pavarotti fue llevado a disfrutar el suculento pato laqueado; iba acompañado por su joven esposa Nicoletta y otras diez personas, las que atienden el maquillaje y el vestuario. Había entradas VIP de mil dólares, pero también boletos al alcance de bolsillos modestos. Todo pintaba muy bien, sólo que la Laguna Salada es impredecible: igual sube el termómetro a 50 grados centígrados en verano, que se desatan unas tolvaneras cegadoras e irrespirables. Y justo horas antes, con 10 mil entusiasmados asistentes ocupando la sillería que se instaló frente al estrado, se soltó una polvareda infernal. Pavarotti con la voz seriamente afectada libró las dificultades, se llevó una gran ovación pero, enfermo, tuvo que suspender el siguiente concierto, que sería en Centroamérica. Como mexicalense asilado en el Distrito Federal quise compartir con ustedes el episodio de Pavarotti en el desierto, cuando lentamente cae el telón en su batalla contra el cáncer. Me pregunto si será posible que pongan otra vez la placa que ha sido robada dos veces antes.
e@Vox Populi
Asunto: Los negocios de yunes
Enrique: he escuchado en los comerciales radiofónicos que el ISSSTE ha mejorado. ¿En qué? No lo sé. Concertar una cita por teléfono (Issstetel) es una pérdida de tiempo (30 minutos) para que al final te digan que no hay disponibilidad, que llames al día siguiente “para ver” si te dan un lugar o de plano te mandan a tu clínica, en lo cual pierdes una o dos horas haciendo fila (para sacar ficha) y de tres a cuatro en lo que te atiende el médico. Le pregunto al señor Miguel Angel Yunes, director del instituto: ¿ésto es cambiar? “Cambiar nos beneficia a todos”, según dice la grabación, mientras corren minutos y más minutos para que alguien conteste el teléfono. Cada vez que intento recurrir al ISSSTE tengo que pedir permiso en mi trabajo para acompañar a mi madre, que es una mujer de 70 años.
Julieta Hernández/DF
R: Temo que el señor Yunes no podrá atender tu pregunta. Anda atendiendo sus múltiples negocios. ¿Escuchaste ayer el programa de Carmen Aristegui? El ahora ex abogado del pederasta Succar Kuri –preso en Almoloya– dijo que su ex cliente le confió que Yunes usaría su influencia para que lo trasladaran a la menos incómoda cárcel de Cancún. Según esto, Yunes se puso a tiro: sólo le cobraría 100 mil dólares por el servicio; una ganga.
Asunto: Bizentada
¿Me podrías investigar cómo se debe decir: mil nuevecientos o mil novecientos? Mis amigos del café, entre ellos un periodista, me dicen que lo correcto es mil novecientos, pero yo sostengo que lo correcto es mil nuevecientos.
Juan Manzo Ceja/Uruapan
R: Don Bizente juraría que lo correcto es nuevecientos, pero tal vocablo no existe en el diccionario de la Real Academia Española. En cambio, define a novecientos como “nueve veces ciento”.
Nueva Sección: Atracolandia
Amigas y amigos de estos bytes sin lectores (todos somos autores): hoy inauguramos una sección, Atracolandia, dedicada a dar a conocer sus reclamaciones contra los proveedores incumplidos:
Asunto: SKY
“Toda la liga española sólo por Sky”, dice la publicidad del monopolio televisivo, y este domingo quise ver el tan anunciado y publicitado debut del mexicano Giovani dos Santos con el Barcelona, sin embargo, la empresa no lo transmitió. Anteriormente el futbol español lo transmitía la cadena ESPN, pero desde hace más de un año Sky lo acaparó de tal manera que sólo los que pagamos más de 500 pesos mensuales lo podemos ver. Es un fraude, ¿qué podemos hacer?
Alfonso Godínez Mendiola/Tenango del Valle