Rompe rutina de los miércoles protesta en Miguel Hidalgo
La tranquilidad del miércoles ciudadano en la delegación Miguel Hidalgo fue roto con gritos que provenían de unas 300 personas: “Atención primero al hijo del obrero, atención después al hijo del burgués”. Eran representantes de unas 72 colonias populares de dicha delegación que exigieron a la delegada Gabriela Cuevas Barrón “atención con acuerdos, no con caprichos”.
Los inconformes empezaron su arribo, primero a la explanada de la delegación, después a las oficinas improvisadas del miércoles ciudadano. Desde la ocho y media de la mañana formaron una cadena humana con una manta al frente en la que pedían acuerdos con las colonias populares, no sólo con las colonias ricas.
Encabezados por Juana Juárez, Oscar Munguía y Víctor Delegado, dirigentes de la Asamblea de Barrios Grupo Legaria, del Movimiento Ciudadano Miguel Hidalgo y de la Organización Vecinal San Joaquín, respectivamente, penetraron a las oficinas improvisadas y se apostaron frente a la mesa principal donde Cuevas Barrón atendía a varias personas.
La mayoría de los manifestantes empezaron a tirar los globos amarillos cerca de la mesa como una forma de presión para que fueran atendidos de inmediato y el estruendo de los gritos no se hizo esperar. “Somos muchos y seremos más, nuestra delegada nos tiene que escuchar”. “Se ve se siente, el pueblo está presente”.
Casi una hora después, Cuevas atendió, “con base en la lista”, a los representantes de las organizaciones civiles.
Oscar Murguía, dirigente de la Asamblea de Barrios de la ciudad de México Movimiento Ciudadano Miguel Hidalgo, le entregó una carta en la que le exigían fecha para una amplia reunión de trabajo; un acuerdo de designación de enlace delegacional con las organizaciones; una mesa de trabajo con la Dirección General de Desarrollo Social y la Coordinación de Participación Ciudadana y un acuerdo para la respuesta de los trámites correspondientes a la Dirección General de Jurídico y Gobierno, así como de Desarrollo Urbano.
La respuesta fue inmediata: “No privilegiamos a nadie, se agendará una reunión. La fecha se les comunicará próximamente”. Desilusionados empezaron a retirarse sin antes advertir que regresarían con un mayor número de personas, pues “la delegada sólo quiere atender a los que viven en Las Lomas y Polanco”.