Félix deja decenas de miles de damnificados, un centenar de desaparecidos y millonarios daños
Se incrementa a más de 100 el número de muertos en Nicaragua
Aparecen en costas hondureñas los cadáveres de 52 miskitos nicaragüenses que huían del huracán
“La devastación es total”, reitera Daniel Ortega; demanda urgente ayuda a la comunidad mundial
Ampliar la imagen Pescadores nicaragüenses hacen señas a un helicóptero del ejército de su país desde el barco varado cerca de Cayos Miskitos por el paso de Félix Foto: Reuters
Managua, 6 de septiembre. El huracán Félix, que devastó la costa del Caribe de Nicaragua y Honduras, dejó un saldo de por lo menos 108 muertos, un centenar de desaparecidos, decenas de miles de damnificados y millonarios daños materiales, informaron este jueves las autoridades nicaragüenses.
Los cadáveres de 52 indígenas miskitos que desaparecieron de la zona de Cayos Miskitos, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), en el nordeste de Nicaragua, aparecieron flotando en las aguas de la costa caribeña hondureñas, señaló desde Honduras el presidente del Comité Permanente de Emergencia (Copeco), Marco Burgos.
El coronel Saúl Coca, enlace entre las fuerzas armadas y la Copeco, dijo que serán enviados “siete médicos forenses” del Ministerio Público de Honduras para hacer el reconocimiento legal de los cadáveres en el sector de Raya, departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, e indicó que las autoridades nicaragüenses están al tanto de la recuperación de los cadáveres frente a las costas de Honduras.
Poco antes, la fuerza naval de Nicaragua localizó los restos de nueve pescadores artesanales de ese país en las cercanías de Cayo Mara, informó el capitán de navío Róger González.
A todos ellos se suman los 46 muertos anunciados previamente por el teniente coronel Alvaro Rivas, portavoz de la Defensa Civil, quien dijo que la cifra podría aumentar conforme avancen las labores de rescate en las regiones más lejanas y en varias islas del Caribe.
Pero al menos 50 sobrevivientes fueron rescatados en costas hondureñas, de un grupo de 109 pecadores miskitos que partieron en pequeños barcos hacia Honduras para tratar de huir de Félix.
El coronel Rivas añadió que unos 40 mil pobladores del noreste del país quedaron damnificados, de los cuales 18 mil 477 se encuentran refugiados en 101 albergues provisionales.
El más reciente balance de la Defensa Civil nicaragüense registra la destrucción de cerca de 10 mil viviendas, de ellas 7 mil 995 de forma total, además de 13 edificios públicos, entre los que figuran escuelas, centros de salud, servicios públicos y un puesto militar, así como 30 edificios privados, en su mayoría iglesias.
Una de las zonas más castigadas por Félix en Nicaragua fue Puerto Cabezas, además de nueve comunidades vecinas, entre ellas Sandy Bay y Krukira; en ésta última, más de 2 mil personas esperan la llegada de ayuda oficial, entre los escombros de sus viviendas de madera y lámina.
“La devastación es total”, dijo por su parte el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, tras visitar la zona del desastre, antes de que su gobierno hiciera este día un urgente llamado de ayuda internacional para las labores de rescate y reconstrucción en el país.
El representante de Naciones Unidas, Alfredo Missair, dijo que ante las “circunstancias dramáticas” en la RAAN, se requieren aportaciones por alrededor de 26 millones de dólares.
El gobierno de Nicaragua estimó que necesita unos 30 millones de dólares para comenzar la reconstrucción de los daños en la infraestructura en la empobrecida región de la RAAN, que quedó practicamente arrasada por la furia del meteoro, que tocó tierra con la máxima intensidad de categoría 5 en la escala Saffir Simpson.
Por lo pronto, Estados Unidos entregó una ayuda inicial por 150 mil dólares a Nicaragua, el Programa Mundial de Alimentos envió un tercer cargamento por 166 mil dólares, la Unión Europea anunció un apoyo de urgencia de un millón 360 mil dólares y Venezuela entregó ocho toneladas de asistencia humanitaria.
El presidente Ortega agradeció la “rápida respuesta” de la comunidad internacional.
En vías de extinción
En Honduras, mientras tanto, a donde Félix llegó convertido en tormenta tropical, una persona perdió la vida al ser arrastrada por la creciente del río Ulúa cuando intentaba cruzarlo, informó el jefe de la Copeco, Marco Burgos.
Aunque el Ulúa y el cercano río Chamelecón no provocaron las grandes inundaciones que se esperaban, algunas comunidades quedaron anegadas y otras totalmente incomunicadas.
Además, una repentina tormenta que cayó sobre Tegucigalpa luego de elevadas temperaturas provocó inundaciones en calles y mercados, y causó la muerte de otras dos personas, informaron los organismos de socorro.
El huracán entró a Guatemala como depresión tropical y ocasionó derrumbes e inundaciones a causa del desborde de tres ríos, así como afectaciones al tendido eléctrico y dejó al menos 5 mil familias damnificadas.
La Coordinadora Nacional para Reducciones de Desastres dijo que la decretada alerta anaranjada continuará durante las próximas horas en prevención de posibles emergencias a causa de las intensas lluvias provocadas por los remanentes del meteoro.
En El Salvador, las autoridades decidieron mantener la alerta amarilla (de prevención) debido a la humedad prevaleciente y a la alta vulnerabilidad del territorio, informó el ministro de Gobernación, Miguel Bolaños.
En tanto, el violento tifón Fitow, que se prevé llegue al norte de Japón en las próximas horas, causó ya un muerto y 44 heridos, y la anulación de cientos de vuelos en los aeropuertos a causa de los fuertes vientos y lluvias.