El caudal afecta una vasta zona rural; en algunas áreas el agua alcanza 3 metros de altura
Incomunicados, 60 poblados en Veracruz por la crecida del Pánuco
Tumultos en ejidos y albergues para alcanzar comida, pañales y bebidas lácteas para bebés
En nivel dos, la alerta sanitaria en esa entidad; hay riesgo de brotes epidémicos
Ampliar la imagen Vista panorámica del desbordamiento del río Pánuco, en Veracruz. Foto: Horacio Zamora
Ampliar la imagen Unas 400 familias de la zona de la playa Chachalacas, en el municipio Úrsulo Galván, de Veracruz, siguen afectadas por las inundaciones que provocó el huracán Dean. Además 200 hectáreas de caña de azúcar fueron arrasadas por los fuertes vientos que trajo el meteoro. Según los habitantes la única ayuda que han recibido es la del Ejército Mexicano, que aplicó el plan DNIII Foto: Sergio Hernández Vega
Pánuco, Ver., 7 de septiembre. Sin un muro de contención como en la parte urbana del municipio, el caudal del río Pánuco se extendió por toda la parte rural. El reporte oficial es de 60 poblados del norte de Veracruz sin comunicación terrestre y en algunos puntos el agua supera tres metros de altura.
Ante la necesidad de identificar las localidades completamente anegadas, las fuerzas militares y brigadistas de Protección Civil decidieron marcar en los techos de las viviendas el nombre de cada poblado.
“Conocemos el terreno, pero como todo está bajo el agua es imposible no confundirnos para ver de qué poblado hablamos”, señaló el presidente municipal, Guillermo Díaz Gea, quien instruyó la entrega de botes de pintura para rotular los techos. “Pero de colores brillantes para que se puedan leer desde el aire”, ordenó.
Algunos poblados completamente bajo el agua son Tamicho, Vichichigol, Oviedo, Altamirano, Palma Real, Vega Cercada, Alto del Jobo y ex Hacienda Chijol. De los dos primeros ejidos, este viernes fueron rescatadas por aire 45 personas que permanecían en los techos de sus casas, indicó Díaz Gea.
Para Gustavo Mendoza, del poblado Paso Real, la buena noticia es “que nadie murió, porque todos salimos a tiempo, pero la mala es que se ahogaron nuestros animales, se perdió la siembra y todo lo de nuestras casas. Todo está bajo el agua”.
Tumultos por comida
Desde la noche del jueves cientos de familias instaladas en albergues, tanto en la cabecera municipal como en comunidades, amagaron con amotinarse en protesta por la restricción en la entrega de despensas y demás ayuda en especie.
En el auditorio municipal, donde pernoctan 70 familias, habitantes de las colonias Hernández Ochoa, Revolución, La Palma y San Martín denunciaron que sólo les dan dos comidas: una por la mañana y otra a las 2 de la tarde.
“Aquí hay más de 23 niños, algunos recién nacidos. No tenemos pañales, la leche es escasa y las despensas nos las niegan que porque dicen que ya nos dan de comer”, relata Ana María Benavides, quien con su bebé en brazos trata de ganar espacio en el grupo de mujeres que se arremolina para alcanzar pañales y bebidas lácteas que distribuye personal de la Secretaría de Salud.
Durante la sesión de Protección Civil municipal realizada este jueves, decenas de damnificados acudieron al palacio del ayuntamiento, invadieron el acceso, la escalera y la antesala de la oficina del alcalde Díaz Gea, y amagaron con amotinarse si no les entregaban los apoyos.
Se informó que en el poblado rural Moralillo algunas personas han detenido camiones con víveres e impiden que lleguen a otras localidades afectadas.
Efrén Pazzi, director regional de la Subsecretaría de Protección Civil, reveló que el jueves, cuando Francisco Ramírez Acuña, secretario de Gobernación, y Fidel Herrera, gobernador del estado, recorrían el municipio, “tuvimos que liberar 2 mil despensas pues había la amenaza de motín; a este ritmo quedaremos desabastecidos”.
Zita Pazzi Maza, directora del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, anunció que elementos del Ejército, la Armada de México y personal a su cargo asumirían la distribución de los apoyos que hasta hoy tenía bajo su responsabilidad el ayuntamiento.
Por su parte, la Secretaría de Salud federal elevó la alerta epidemiológica a su segundo nivel en localidades de Tamaulipas y Veracruz, ante “la inminente amenaza de brotes epidémicos” entre toda la población expuesta al lodo y al agua estancada producto del desbordamiento del río Pánuco y varios de sus cauces.
El Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica (CNVE), dependiente de la Secretaría de Salud (Ssa), activó un programa emergente, pues se espera en las próximas horas la aparición de brotes de infecciones de la piel, gastroenteritis y males respiratorios, pues “los pobladores, cientos o miles, están en contacto con la humedad”, manifestó Luis Fernando Antiga Tinoco, director de Servicios de Salud en Veracruz.
El cerco sanitario se amplió a las 20 mil personas instaladas en albergues en los siete municipios afectados por las inundaciones, donde tampoco se descartan contagios masivos de gripe, dermatosis y amigdalitis, no obstante que hasta el momento “hay saldo blanco” por esos males en la cuenca del Pánuco.
Sin embargo, José Luis García, director del Hospital Civil de Pánuco, informó sobre el fallecimiento de Bernardina Rivera, de 85 años de edad, quien se encontraba en un albergue, donde sufrió sangrado en el tubo digestivo, problema que no tuvo relación con la contingencia climática, explicó.
La delegación de la Policía Federal Preventiva reportó además la muerte de una pareja cuyo vehículo cayó a uno de los cauces del Pánuco, luego de chocar contra el muro de contención en la carretera Canoa-Tampico. Los cuerpos fueron rescatados el jueves.