Se presentan mañana en el Babel Bar, ayer cerraron la primera edición de la LAMC

Somos sobrevivientes de una serie de pesadillas: Los Tres

Para hacer algo trascendente usamos la “intransigencia eufórica”, una feroz autocrítica, dice el vocalista Álvaro Henríquez

El grupo chileno promueve su nuevo álbum Hágalo usted mismo

Patricia Peñaloza

Una de las mejores agrupaciones de rock en Latinoamérica, Los Tres, de Chile, regresa a México, respaldada por una trayectoria de casi 20 años (formados en 1988, desbandados en 2000 y vueltos a juntar en 2006), con un reconocimiento paulatino y creciente por parte del público mexicano. Luego de reaparecer en la escena discográfica con el agraciado Hágalo usted mismo, de haber elegido al festival Vive Latino como escenario para reactivar su labor en vivo, y de efectuar una gira en noviembre pasado al lado de Gustavo Cerati y Zoé, la banda integrada por Álvaro Henríquez, Ángel Parra y Roberto Lindl (Titae), vuelve este fin de semana a demostrar sobre el tinglado, que es donde mejor saben hacerlo, por qué su música atemporal, rocanrolera y llena de alma, sigue vigente a pesar de los años.

Desde el momento en que este trío comenzó su carrera, hasta el momento en que se disolvió, el mundo musical era distinto al actual. A mediados de los años 90 las casas disqueras aún tenían poder sobre el “mercado”, a diferencia de ahora, en que Internet dicta mucho sobre los gustos y la difusión de la música. En la actualidad más jóvenes escuchan rock en español, y hay más credibilidad hacia los grupos locales. ¿Cómo ven Los Tres este panorama, tras seis años de ausencia (al menos como grupo, pues Henríquez grabó en el inter un álbum como Los Pettinellis y otro como solista)?

En favor de la globalización

Ángel Parra, hijo homónimo del conocido trovador de los años 70, apunta: “Aunque suene a cliché, la globalización ayuda muchísimo a los grupos. Es más fácil conocer la música que se está haciendo en otras partes del mundo. Ya nos es más accesible oír lo que se está haciendo en México y viceversa. La Internet propicia que este movimiento musical vaya in crescendo. Regresar como grupo en este contexto, nos favorece bastante. Latinoamérica es un área con mucho talento, entonces tenía que llegar un momento en que todo eso decantara, y ahora es ese momento. Por eso hay más grupos y público que antes”.

Álvaro Henríquez, líder del trío, acota: “Pero hay cosas que no han cambiado. Al público le sigue llamando la atención grupos que les dicen algo distinto... Nosotros tenemos la fortuna de seguir gustando acá. En el Vive la respuesta fue bárbara. No nos la creíamos. Es muy bonito, gratificante. También nos sorprende que nos sigan pasando en la radio… ¡Como que se dio una histeria colectiva luego de nuestra separación, y nos hicieron más caso! (risas)”.

–Claro, su trayectoria tiene mucho peso… Aunque creo que si han preservado el respeto de la gente, es porque han mantenido y pulido un estilo propio, exigente, sin modas. Ese estilo vintage y clásico del rock, un poco basado en el foxtrot, el rockabilly, la sicodelia, con letras abigarradas, pero profundas…

Titae observa: “ Hemos tratado de innovar sobre la misma línea, pero nos vuelve a salir esa misma influencia. Ya no nos importa si nos van a ver diez, o miles, seguiremos haciendo la misma música, con ella crecimos. Es algo que no podemos explicar, pero a lo que somos muy fieles. Los Tres es irrepetible porque es algo tan simple como la guitarra particular de Ángel, las letras únicas de Álvaro, los bajos que yo hago”.

Álvaro: “Además en Chile tenemos mucho una onda como de mártires, esa cosa que nos dejó Salvador Allende, de estar muy convencidos de nuestras ideas, ser muy aguerridos… y por eso somos tan necios y aferrados. Pero a eso le damos la vuelta con sentido del humor: no somos solemnes al respecto. Cuando estamos sacando una canción, y de pronto no nos gusta, nos volteamos a ver burlones, hasta ser incluso crueles. Esa feroz autocrítica permanente es importante. Creo que para hacer música que pueda ‘trascender’, digamos, necesitamos ser intransigentes… Usamos hacia nosotros mismos la ‘intransigencia eufórica’ (risas)”.

Sobrevivientes

Parra agrega contento que se hallan recogiendo los frutos tras haber vivido muchas etapas, desde la del éxito más visible (en que su ex disquera, Sony, intentó hacerlos cantar forzadamente en inglés), hasta las de la incomprensión en su país, ya que el disco Fome (1997), considerado ahora como uno de los mejores álbumes del rock en español, en su nación fue menospreciado. Al respecto, subraya Álvaro: “Ahora Fome es casi considerado de culto. Pero en su momento, el único país que lo escuchó y valoró fue México. Incluso acá, la revista Pulse lo eligió como disco del año. Pero esa es sólo una de las muchas incomprensiones que hemos vivido en Chile. Somos sobrevivientes de toda una serie de pesadillas. Pero ahora que volvimos, la gente nos recibe muy bien. No se puede pedir más, ¡es la felicidad completa!”

–Ustedes han sido arduos promotores de la cueca (ritmo folclórico chileno) en su propio país. Y en discos previos ustedes han tocado cuecas tradicionales, tal y como son. Pero en Hágalo usted mismo tocan dos temas con elementos de la cueca, aunque con armonías y estructuras de rock, lo que da como resultado algo muy original…

Ángel: “Tuvimos una educación muy formal en cuanto a cómo deben ser las cuecas. En su momento las tocamos de modo riguroso, tradicional, con mucho respeto. Pero en este disco fue diferente; para ello, en la producción fue muy importante la labor de Meme del Real (Café Tacvba)... Y sí, las cuecas de Álvaro tienen el ritmo tradicional, pero lo demás es diferente. Eso sólo pudo salir tras tocarla como debe de ser, durante muchos años, para ahora tocarla a nuestro modo”.

Rescate de tradiciones

Álvaro: “Y no sólo eso. Una de las cuecas, que se llama Ruinas, es tomada de la frase ‘Ruina, casa de las aves…” de Frida Kahlo. ¡O sea que además es una cueca que cita a una mexicana! En Chile hemos pasado por ese camino en el que tratamos de darle mayor difusión a la cueca, porque desgraciadamente allá es muy difícil escucharla, ya casi no hay lugares donde la toquen, se está perdiendo. Me siento orgulloso de poder crear cuecas nuevas, distintas a todo lo que se haya hecho. Es una labor muy gratificante. Es folclor chileno, pero evolucionado... Café Tacvba ha sido una inspiración permanente, sobre todo en cuanto a la fusión que han hecho de música mexicana con rock”.

Visión política

–Finalmente, ¿qué opinión les merece el gobierno de Michelle Bachelet?

Álvaro: “Es una señora muy seria, prudente, culta, inteligente, sesuda… Pero el gobierno que tiene es muy malo, la gente de la que se ha rodeado… hay ahí dentro un nivel de ignorancia increíble. El pacto que hizo con la Democracia Cristiana es todo un desastre. Cosas como el que echen atrás la campaña del condón, es darle todavía bola a la Iglesia… Y ya ves, las recientes represiones estudiantiles... Yo participé en su campaña, ella me cae bien. Pero es que no había de otra, había que votar por ella, porque si no, iba a quedar algún tipo de derecha que iba a terminar de vender todo lo que queda de Chile. Pero ahora que está en el poder, las cosas no han cambiado mucho en realidad”.

Los Tres clausaron ayer la Latin Alternative Music Conference y mañana domingo 9 tocan en el Babel Bar (centro comercial Mundo E, Naucalpan), a las 17 horas (250 pesos, barra libre).