El narco Montoya, por error a cárcel de máxima seguridad
Participó en unos 2 mil asesinatos, admite jefe paramilitar colombiano
Santafé de Bogotá, 13 de septiembre. Un mando medio desmovilizado de grupos paramilitares de extrema derecha confesó haber participado en el asesinato de unas 2 mil personas en una región del noreste de Colombia, en la frontera con Venezuela, de acuerdo con reportes de la prensa local.
Durante una audiencia judicial en la ciudad de Barranquilla, el ex jefe paramilitar Jorge Iván Laverde dijo que al mando del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) participó en los crímenes señalados y que unos 200 de esos homicidios los cometió él mismo.
Laverde, alias Iguano o Pedro Fronteras, quien actuó en una vasta zona del departamento de Norte de Santander, confesó en sus primeras indagatorias 380 crímenes, pero durante la víspera sorprendió con su anuncio de 2 mil asesinatos, cifra que no han admitido otros jefes de mayor peso dentro de las AUC.
Unos 32 mil paramilitares se han desarmado entre 2003 y 2006 luego de negociaciones entre el gobierno y esos grupos.
En tanto, las autoridades colombianas trasladaron al narcotraficante Diego Montoya de las instalaciones de la fiscalía en Bogotá a la cárcel de máxima seguridad de Combita, en el centro del país, pero horas después el gobierno admitió que cometió un error porque el capo iba a ser confinado en un barco de guerra.