Exigen legisladores de PRI y PAN criterios de seguridad para la venta de la línea
Ramírez Stabros: el mejor postor para comprar Aeroméxico podría ser Ye Gon
Instan a la SCT a no limitarse a una simple subasta de los activos del IPAB
Ampliar la imagen Naves de Aeroméxico en la terminal aérea de la ciudad de México Foto: María Meléndrez
Los grupos del PRI y del PAN en la Cámara de Diputados exigieron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) fijar criterios de seguridad nacional, y no sólo de carácter financiero, para la venta de Aerovías de México (Aeroméxico) para evitar que la operación se defina sólo porque una empresa o un banco sean quienes ofrezcan el mejor monto económico.
El presidente de la Comisión de Transportes, Jesús Ramírez Stabros, dijo que en ese caso “el mejor postor podría ser el chino (Zhenli) Ye Gon. Puede ser el que ofrezca más dinero, pero no necesariamente el mejor en términos de transporte público federal y de política aeronáutica”.
En conferencia de prensa conjunta con el diputado panista Francisco García Dávila, integrante de la misma comisión, el legislador del PRI consideró que el riesgo de considerar exclusivamente un punto de vista económico podría acarrear dos riesgos: que la aerolínea sea entregada a empresarios o instituciones financieras que no sepan conducirla y la lleven a la quiebra, lo cual implicaría la pérdida de la empresa de aviación más importante del país; y, en un caso extremo, que los particulares a quienes se les asigne la empresa puedan revenderla y ésta “caiga en manos de prestanombres o de terroristas, por ejemplo”.
Planteó que la venta de Aeroméxico no debe limitarse a una simple subasta de activos del IPAB, porque en todo caso la deuda pública de la empresa representa menos de .02 por ciento de la cartera en manos de esa institución.
Aeroméxico, agregó, es la aerolínea más importante del país, con 31 por ciento del mercado de las líneas en el país, “nuestra única cara a Europa”, con 6 mil 400 empleados, que a su vez constituyen 30 por ciento de personal en aviación nacional, “y hablamos entonces de un problema vinculado con la seguridad nacional”.
Expresó la inquietud por que en la puja se encuentre Banamex, y por lo tanto, la SCT debe ofrecer una explicación muy clara, porque una institución de crédito pretende ahora manejar una línea aérea. Refirió que salvo Mexicana y Aviacsa, el resto de las empresas de aviación están en manos de consorcios con actividades distintas.
En ese sentido planteó que no debe admitirse la posibilidad de que nuevamente “la aviación esté en manos de gente sin ninguna relación con este sector, el ámbito de los interesados debe ampliarse para facilitar la inversión. Por lo pronto, la SCT está ausente, si requiere apoyo, la Cámara de Diputados puede apoyarla, porque tal vez el reto no es tan pequeño para que la dependencia pueda por sí sola”.
A su vez, el diputado Francisco Dávila García consideró que no debe ser “el poder del dinero el que mande en la venta de una empresa tan importante”, y alertó que si el gobierno federal se equivoca en el mecanismo de venta “realmente puede llegar a perjudicarse al país”.
Inclusive consideró la posibilidad de que Mexicana y Aeroméxico puedan reunificarse, si la primera busca inversionistas y empresarios que puedan constituir una alianza estratégica y, en un esfuerzo común, se alíen para ganar la venta a trasnacionales.
Sube el precio de mercado de Aeroméxico; rebasa las dos ofertas por la empresa
Ante la posibilidad de que antes del 30 de septiembre los empresarios Alberto Saba Raffoul y Moisés Saba Masri hagan una contraoferta para adquirir Aeroméxico, las acciones de esta empresa se mantienen al alza y ayer llegaron a 1.90 pesos para acumular una elevación de 18.13 por ciento durante la última semana.
Esta cotización rebasa en 12.81 por ciento al precio de 1.64 pesos ofrecido por el grupo de empresarios respaldado por Banamex-Citigroup, y se coloca cada vez más lejos de la primera oferta de compra realizada, precisamente por Alberto y Moisés Saba, quienes pretendieron pagar un precio máximo de 1.10 pesos por cada acción de la principal línea aérea del país.
Pero el primer precio ofrecido por los Saba resulta ahora mínimo, por lo que “es muy probable” que en los próximos días eleven sustancialmente su oferta, pues ambos inversionistas cuentan con la liquidez suficiente tanto para elevar el precio de su oferta, inicial como para comprometer recursos para capitalizar a la compañía aérea, trascendió en el medio de los negocios.
Los activos de Aeroméxico son de los pocos negocios en marcha que le quedan al gobierno federal por vender al sector privado. Disputados hasta ahora por dos grupos de empresarios, esta aerolínea se transformó de la muñeca fea en la última chela del estadio en el breve espacio de un mes, al grado de que la cotización actual de sus acciones en el mercado bursátil rebasa ya los mayores ofrecimientos de su pretendientes.
A 1.90 pesos por acción, el precio de mercado de Aeroméxico se sitúa en mil 885.6 millones de pesos, unos 170 millones de dólares. Pero la mayor oferta monetaria, hecha por un grupo de 14 empresarios con el respaldo de Banamex-Citigroup para comprar la compañía alcanza a cubrir 88.64 por ciento de su valor actual; mientras que la hecha por los Saba desde el pasado 22 de agosto cubriría apenas 58 por ciento.
Como en remate, las pujas por Aeroméxico van así: la empresa hoy vale 170 millones de dólares en la bolsa; el grupo de los 14 más Banamex-Citigroup ofrecen 150.6 millones de dólares por quedarse con ella, y los Saba, quienes mandaron decir “que no nos den por muertos”, mejorarán su oferta inicial de 98.3 millones de dólares.
El cortejo por Aeroméxico podría ampliarse mientras la cotización de sus títulos se elevan en el mercado bursátil. Pero mientras tanto, otros actores en la escena hacen oír su voz.
El dirigente de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA), Dennis Lazarus, manifestó que el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), principal accionista de Aeroméxico, no debe malbaratar la compañía ni apresurar su venta ya que se trata de un bien nacional.
Pero la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores parece cada vez más convencida de que la mejor oferta es la del grupo de los 14. El dirigente de ASPA opinó que la oferta que ha hecho el grupo, respaldado por Banamex, “es la mejor propuesta que se tiene” hasta el momento.
Planteó que, en forma independiente de quien vaya a ser el comprador, ASPA pone como condición que se respeten los derechos laborales de 835 pilotos de la compañía aérea y su contrato colectivo de trabajo.
Agregó que los compradores tienen la garantía de que hay acuerdo firmado el 31 de octubre de 2006, donde la asociación aceptó “la flexibilización” y apertura de varias cláusulas contractuales, que le permitirían a la empresa procesos productivos más eficientes, así como ahorros económicos importantes.
El IPAB tendrá que decidir y ASPA no se inclina por ningún comprador, aclaró. Pero estaría a favor de que quede en manos de una empresa que tenga la perspectiva aeronáutica y planteó que la transacción no debe obedecer a corrientes ni a grupos económicos sino a una perspectiva de presente y de futuro de la compañía aérea.