Ambos cantantes se presentarán, por separado, en la Alhóndiga de Granaditas

Eugenia León y Óscar Chávez vuelven al festival Cervantino

Nuestra memoria musical está en peligro, porque no se difunde ni se comprende, alerta León

Chávez y Velázquez llevarán “una suerte de reivindicación del México marginado y falseado”

Arturo García Hernández

Dos de las máximas figuras de la canción popular y tradicional mexicana, Eugenia León y Óscar Chávez, volverán este año al Festival Internacional Cervantino (FIC) en Guanajuato, luego de una ausencia de seis años.

Pertenecientes a distintas generaciones, una y otro se presentarán, en fechas por separado, en la Alhóndiga de Granaditas.

La intérprete de El fandango aquí llevará a cabo el concierto de clausura del festival; Óscar Chávez, en tanto, se presentará el 7 de octubre alternando el escenario con otro representante de la riqueza musical del país, Guillermo Velázquez con Los Leones de la Sierra de Xichú.

Para Eugenia es motivo de alegría regresar “al festival cultural más importante, el de más tradición y de mayor reconocimiento mundial que hay en nuestro país”.

La intérprete anticipó que iniciará el concierto con una versión a capella de El fandango aquí, canción de Marcial Alejandro con la que ganó en Sevilla el Festival OTI en 1985: “Abriré el concierto con ella porque ha sido muy importante en mi vida; y cumple 22 años, igual que los terremotos en la ciudad de México. Precisamente yo estaba en Sevilla”.

Esta ocasión su repertorio estará integrado sólo por canciones de autores mexicanos: rancheras, boleros y norteñas, principalmente, aunque abrirá espacio para rendir homenaje a Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri, por el centenario de su natalicio.

Dará prioridad a las piezas de su producción más reciente, Pasional: “Así que vamos a estar en el drama, pero el drama sabroso, congruente con una fiesta como es el Cervantino”.

Resistencia y fidelidad

Aún convaleciente de una fractura en una pierna, Eugenia León dijo, en charla con los medios, que “el tema de la identidad cultural en México es cada día más emergente; está en peligro la memoria musical de México, no sólo porque no se toca sino porque no se comprende ni se dimensiona su significado”.

Sobre su constante retorno a canciones clásicas del repertorio popular, recordó que desde el principio de su carrera tuvo dos vertientes: “la música que tiene cimentada su fuerza en la tradición” y “la búsqueda de nuevos clásicos”.

En estos tiempos, “necesito canciones que tengan una fuerza, una belleza melódica y una contundencia tanto en los temas como en la construcción misma de la pieza. He tenido la fortuna de cantar a distintos compositores de mi generación, sin embargo, la obra de una cantante no está ligada sólo a un autor, a veces el camino de una intérprete que no es compositora, como es mi caso, es un poco solitario y debe ir en pos de canciones que expresen lo que esa voz necesita”.

Los proyectos de largo plazo, “como son los míos, no están sujetos a un solo disco, es toda una vida de resistencia, de fidelidad conmigo misma. Cuando menos puedo decir que siempre he sido fiel a mis propias necesidades”.

Eugenia señaló que su voz ha madurado y que en ocasiones se sorprende con ella: “A veces me acota y me pone sus propios límites”.

Al reflexionar sobre la que era cuando ganó el OTI y la que es hoy, sostuvo: “Diría que ahora soy mucho mejor, aunque viendo el otro día el video de Sevilla comentaba con Marcial Alejandro que a pesar de la inexperiencia, de mi falta de tablas en ese momento, había fiereza, instinto por cumplir mi misión, aunque sí estaba quebrada; ahora, con las cosas que han pasado en estos 22 años, me siento más asentada, más cierta en mis cosas, más vieja, obvio, pero siento que soy mejor persona; antes era instinto, ahora hay reflexión en mis sentires, en mis pesares, en las cosas que hace una voz que me tocó cargar, que me tocó vivir, gozar y sufrir. Una voz que es de México”.

En charla aparte, Óscar Chávez y Guillermo Velázquez también hablaron ante los medios de su participación en el FIC. Para la ocasión han retomado y actualizado un trabajo conjunto que realizaron hace 20 años. El recital llevará por título Como México sí hay dos.

Se trata de una suerte de reivindicación musical del México marginado, olvidado, falseado.

De acuerdo con Velázquez, se trata “de reafirmar nuestro país, de ningún modo tenemos que soportar que nos digan que somos un país de corruptos, de güevones”.

Redondeó su explicación con fragmentos de una décima: “México es grande y es mi país,/ y tiene el alma como sandía./ Es roja, intensa, dulce, bravía,/ cardón agreste y tierno maíz”.

El México al que se refiere Guillermo –abundó Óscar Chávez– “es el verdadero, no el que andan mostrando nuestros políticos y ciertos artistas que no merecen ese apelativo; el México verdadero es el que se oculta, el que no se toma en cuenta, el de las culturas indígenas, no es el artificio que manejan las televisoras, las radiodifusoras ni la prensa misma”.

El concierto en la Alhóndiga será el 7 de octubre. En la primera parte intervendrán Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichú; en la segunda, Óscar Chávez con el trío Los Morales. Al final aparecerán todos sobre el escenario.