Si estamos felices, hacemos música; si estamos tristes, también: Mickael Franci
Los ritmos de Italia y los Balcanes, el equipaje de Mala Vita en México
Ampliar la imagen El grupo Mala Vita tomó su nombre de la denominación popular de la mafia siciliana Foto: Rob Verhorst
A la mafia siciliana se le conoce como la mala vita. A los que no caben en el sistema, también. De ahí el nombre de la banda, explicó a La Jornada Mickael Franci, su vocalista.
Mala Vita agrupa a este italo-holandés, dos serbios, dos bosnios y un holandés, con edades que van de los 27 a los 42 años. El resultado musical, descrito por Franci: “La base es reggae-ska-punk”. A partir de ahí retoman las influencias de los ritmos italianos y de los Balcanes, con letras en italiano, bosnio, español, inglés y un poco de francés.
Mala Vita (www.malavita.net y www. myspace.com/lamalavita) está de gira por primera vez en nuestro país y tocará hoy en el Tianguis Cultural del Chopo y en el Bar Alfonso.
Se trata de una banda con un montón de energía, que nació hace como cinco años.
En sus conciertos presentarán el disco Disorganizzata (Foreign Media), producido por el francés Gambeat, bajista de Radio Bemba Sound System y que fue integrante de la legendaria banda Mano Negra. Gambeat participó en la composición y en los coros de algunos temas. En México, el disco por ahora sólo se puede conseguir por Internet (Amazon).
El nombre Mala Vita también podría referirse a la canción de Mano Negra (Mala vida). Sus integrantes no sólo son grandes admiradores de la agrupación que marcó época en el rock. Más allá de eso, les ofreció un camino a seguir.
“De joven (tiene 28 años el que habla) estaba en bandas muy puristas, estaba muy punky; de chico no me gustaba la música italiana que se escuchaba en casa”, dijo Franci.
Pero la primera vez que escuchó a Mano Negra exclamó: “¡Esto es música!”. Y decidió que había que “abrir la mente” y hacer algo con sus raíces italianas. “Empezó nuestro amor por la música mestiza”, resumió.
Música de la calle
Así que Mala Vita interpreta canciones tradicionales antiguas y composiciones propias. “Lo que más nos influencia es la música de la calle, de los Balcanes e Italia”.
El acordeonista Emil Kunto, nacido en Sarajevo y refugiado político en Holanda, explicó en conferencia de prensa que lo central de la música de los Balcanes es “el temperamento y el sentimiento. Creo que nacemos con la música: si estamos felices, hacemos música; si estamos tristes, hacemos música. Así como en Latinoamérica, crecemos con el groove, sentimos el ritmo”.
Una de las composiciones de Mala Vita, Plesi, habla sobre cómo en Sarajevo, “a pesar de las atrocidades de la guerra, a pesar de las bombas que caían, la gente seguía viviendo, haciendo arte”. Se escucha: “It’s raining fire in Sarajevo”.
(Manu Chao, en su más reciente disco tiene una canción que dice “it’s raining in paradise”. Es una coincidencia. También es posible que como Chao es amigo de Gambeat, y él los produjo, que haya estado cantando la frasecita y no se acordara dónde la había oído, explicó Franci. El caso es que ellos no habían escuchado la de Chao hasta después de grabar la suya.)
La pieza Nema problema, habla de lo que pasó en los Balcanes y de cómo lo ven ahora: sentían mucha ira y odio contra “el otro grupo”. Hoy, ya no: “La gente fue manipulada por los políticos y los medios”.
Mala Vita son: Franci (voz), Emil Kunto (acordeón), Garo Kreso (baterista), Jelle Draijer (teclados), Davor Lazic (guitarra) y Mirko Sokolovic (bajo). Varios de ellos fueron periodistas y alguno sigue publicando en revistas o diarios. También han estado involucrados en activismo político de izquierda, sobre todo con el tema de la migración.
El día 22, a las 11 horas, en el Tianguis Cultural del Chopo; y a las 22:30 horas, en el Bar Alfonso (Motolinia 18, col. Centro). Del 27 al 30 estarán acompañados del grupo Quema Madera (menos en la presentación del Gran Fórum).