Cuarto de hotel
Ampliar la imagen La poeta Coral Bracho Foto: Archivo
Ediciones Era da a conocer el nuevo poemario de Coral Bracho: Cuarto de hotel, de inminente aparición en librerías y del cual ofrecemos, a manera de adelanto para los lectores de La Jornada, un par de poemas de esta escritora, distinguida con el Premio Xavier Villaurrutia en 2003 y el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes en 1982. ¿Qué cuarto? ¿Qué hotel? Responden los editores en la contraportada de este volumen: “El cuarto es uno mismo; el cuarto es el mundo; es la memoria o la identidad; o es, en efecto, un cuarto de hotel, o de hospital; o un país. Sea cual sea la respuesta o la suma de respuestas, el libro es la alegoría de nuestra naturaleza pasajera y de la transitoria condición de un mundo reiteradamente bélico y en ruinas”.
Los cuartos no son como deben ser
Los cuartos no son como deben ser
ni son la suma que aparentan. Surge
su diario esbozo del contacto:
Del perfil que protege en los objetos
y que éstos brevemente le dan.
De los rasgos cambiantes
que comparten.
Ellos se saben, se definen en esos bordes,
como en los filos de un espejo:
ese sentir delgado que une el espacio a la solidez,
que la corta y la conjuga en su incesante trazo.
Cuando alguien entra en un cuarto
Cuando alguien entra en un cuarto
reemplaza el tiempo, la trama,
de su red de incidencias. Cada mínimo
rasgo, cada gesto,
cada espacio mental y su sensación,
filtran su habitado contexto, elástico
interponerse
propiciar.
Innumerables concreciones posibles
despiertan,
desencadenan. –Todas coinciden
y se afectan:
La piedra
que va a caer
cambia el pozo
y el agua
que inexorablemente, en su descanso,
la alteran.
Todos entran al cuarto,
todos lo observan.