No deberíamos creer en los gobiernos que nos empujan a la guerra: Richard Gere
Ampliar la imagen Al recibir el Premio Donostia Richard Gere recordó que Estados Unidos ha estado en el “lado equivocado” de algunas guerras Foto: Ap
San Sebastián, 23 de septiembre. El actor estadunidense Richard Gere recibió este domingo el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián.
La actriz Aitana Sánchez Gijón fue la encargada de entregar el reconocimiento en el Centro Kursaal, al que Gere llegó caminando, protegido por vallas que lo seperaban de decenas de admiradores. El galardón también será entregado, el próximo viernes, a la actriz y directora Liv Ullman.
Antes de la ceremonia, Gere presentó su película The hoax (La estafa), dirigida por el sueco Lasse Hallström, en el Teatro Victoria Eugenia, donde lo esperaban cientos de fans que buscaban un autógrafo, tomarle fotografías o al menos verlo de lejos, y sostuvo un encuentro con la prensa, en la que de nuevo llamó a la apertura de China de cara a las Olimpiadas de 2008: “no creo que el boicot o el aislamiento sea la respuesta. Para mí, lo importante es que éste es el momento de China para una transformación radical.
“El resto del mundo puede alentarla para que logre una verdadera grandeza, no sólo económica, sino también filosófica y espiritual. No se logra la grandeza con abusos de los derechos humanos, sino por medio de la apertura, sin abusar de las minorías. La grandeza no se consigue abusando de los disidentes políticos, se logra por medio de una sociedad abierta. Es una oportunidad que cientos de miles de personas vayan a las olimpiadas, para alentar la apertura en China, incluso hacia el Tibet. En este momento, China puede tomar diferentes caminos; tenemos que alentarla a que escoja la apertura”.
Y así como ahora está involucrado con la causa del Tibet, recordó que hace años se interesó por los movimientos insurgentes en Latinoamérica, inclusive visitó Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras. “Estábamos (Estados Unidos) en el lado equivocado de las guerras. Era difícil estar con los rebeldes y darse cuenta de la enorme responsabilidad como ciudadano estadunidense, porque se utilizaba el dinero de los impuestos para entrenar a los malos, para crear un entorno legal para los escuadrones de la muerte, para dar armamento y uniformes a los malos. No deberíamos creer en los gobiernos que nos empujan a la guerra”.
Por otro lado, señaló que The hoax (en la que interpreta al escritor Clifford Irving, quien estafó a una editorial diciendo que tenía los derechos para escribir la biografía de Howard Hughes) va más allá de la ambición y el dinero: “Es sobre las mentiras y cómo éstas nos han metido en casi todas las guerras del siglo XX, y quizá en todas. Es sobre las pequeñas mentiras que guardamos y de las cuales no asumimos la responsabilidad. Tiene una conexión clara con las grandes mentiras. Son de la misma naturaleza, como la responsabilidad de George W. Bush por ordenar la entrada en Irak.
“No tiene que ver con el dinero –hay cosas sicológicas muy profundas–, y sí con la ambición y el poder. El poder intoxica mucho más que el dinero”, como ocurre, dijo, con Bush.