Aparece El Johnny en escenas de sexo explícito
Evaluarán peritos la autenticidad de videos porno de Jean Succar
El juez federal con sede en Cancún, Quintana Roo, Alfonso Gabriel García Lanz, responsable de la causa penal abierta por pornografía infantil y corrupción de menores en contra de Jean Succar Kuri, El Johnny, ordenó que se designen peritos especializados en imagen y audio para que certifiquen la autenticidad de los videos y fotografías que presentó la Procuraduría General de la República (PGR) hace dos semanas como “pruebas supervinientes”, que involucran al empresario estadunidense en escenas de sexo explícito con menores de edad, revelaron fuentes judiciales cercanas al caso.
Los peritos deben ser independientes. Del resultado de los dictámenes dependerá el sentido de la valoración del juzgador, es decir, aunque tres de los videos son claros y se puede apreciar fehacientemente que Succar sale a cuadro, la determinación de los peritos será en la que más se apoye el impartidor de justicia.
Según las fuentes consultadas, las imágenes se encuentran bajo resguardo del juzgado segundo de distrito con sede en Cancún, en la oficina del propio juez Lanz.
De hecho, tres de estas videograbaciones pornográficas en formato VHS, a las que tuvo acceso La Jornada, demuestran que El Johnny filmó y tuvo encuentros sexuales con menores de edad en una de las villas del hotel Solymar, ubicado en Cancún.
En total, la PGR entregó diez videocasetes formato VHS, marca Sony, con sus respectivas copias. Asimismo, el oficio PGR/DEX/479/07, suscrito por un agente del Ministerio Público Federal adscrito a la Dirección General de Extradiciones y Asistencia Jurídica, dependiente de la Subprocuraduría de Asuntos Internacionales, refiere que también se pusieron a disposición del juez Lanz “dos discos compactos, ambos con la leyenda ‘Copia 4-cateo’”.
Estos discos incluyen la grabación que hizo la Agencia Federal de Investigación en 2003, durante el cateo en la villa I de Solymar, donde vivía Succar en Cancún. Se aprecia el sistema de cableado semioculto y cámaras desplegadas en diferentes lugares de la habitación.
Por otra parte, la PGR también presentó como “pruebas supervinientes” una cascada de fotografías que muestran a menores desnudos o realizando prácticas sexuales, cuyas edades oscilan entre 7 y 16 años.