Acoso textual es un homenaje al músico; empieza mañana conciertos en el Helénico
Jaime López me ha seducido con su forma de decir las cosas, afirma Cecilia Toussaint
Ampliar la imagen Me preocupan las grandes ínfulas del poder Foto: José Antonio López
Cecilia Toussaint, una de las máximas exponentes del rock mexicano (quien también ha brillado en otros géneros como el jazz y hasta el bolero), ha sido acosada por el cantautor Jaime López durante 30 años. Y es que ella, con una larga trayectoria, es una de las principales intérpretes del músico y ahora, con la edición de su reciente disco, Acoso textual, la artista rinde un homenaje al creador de Chilanga banda con una serie de conciertos, que se efectuará los próximos 27, 29 y 30 de septiembre en el teatro Helénico.
“Acoso textual somos Jaime y yo. Siempre lo digo. Lo que más me ha gustado de su trabajo son las letras. En algún momento dijo esas palabras de acoso textual y las retomé para darle título a este trabajo. Además de que así me he sentido: acosada textualmente por Jaime durante 30 años. Lo que me ha seducido siempre de él es eso, su manera de decir las cosas”, explicó Cecilia Toussaint en entrevista con este diario.
Cecilia Toussaint es parte de la historia de la música contemporánea en México. Tiene, con éste, 11 discos como solista (próximamente saldrá otro grabado en vivo junto con Betsy Pecanins). De 1977 a 79 formó parte del grupo La Nopalera. Dos años después conformó la banda Rehilete. A finales 1982 montó un espectáculo de boleros en el que cantó piezas de José Antonio Méndez, Marcial Alejandro y José Elorza (reiteró su gusto por el género romántico al realizar un disco para mí… Consuelo (con canciones de Consuelo Velázquez). Ha interpretado canciones para niños (…), pero nunca ha dejado de cobijarse con la poesía del respetado Jaime López.
“Me sentía en deuda con Jaime, porque luego de hacer el homenaje a Consuelo Velázquez, era un deber rendirle este tributo. Él ha estado conmigo en las buenas y en las malas, como amigo, como compositor, como todo. Son 30 años de relación, de experiencias y de cosas, de pláticas, desvelos, lágrimas y de las canciones que me han acompañado y me han arropado todo ese tiempo”, aseguró la artista.
Genuino agradecimiento
Cecilia relató que cuando le comentó a López sobre esta apología de sus piezas, él le respondió que no quería homenajes porque todavía no se moría. “Era para darle las gracias y el disco lo dice en la carátula; es para él, genuinamente agradeciéndole todo lo que me ha dado.”
Eligió piezas que nunca había cantado, pero que siempre “me habían gustado, como Adiós a los dioses… muy representativas de él. No se había dado editarlas.
“Es uno de mis mejores discos, si no es que el mejor, en el que más hay de Cecilia. Uno de los libros más manoseados de mi biblioteca es el escrito por Jaime López, en el que se encuentran sus sonetos, sus piezas”, afirma.
Respecto de su proceso creativo, Toussaint aseguró que “cada disco debe tener su momento; son como hijos a los que hay que echarles la mano, enseñarles a caminar, acompañarlos”.
Las ideas salen en la soledad. Y éste, emergió por necesidad. “Me siento muy afortunada con la vida por haberme permitido estar cerca de los compositores que interpreto. Por ejemplo, estar cerca de Consuelo fue un regalo de la vida. Más allá de cualquier cosa. Que me enseñara sus canciones fue importante para mí, algo que va más allá de cualquier experiencia profesional. Fue algo personal profundo y fuerte que me marcó”, dice.
Cecilia está en una etapa personal de iluminación, como artista, madre y mujer. “Se puede equilibrar todo haciendo las cosas con cuidado, amor y respeto. En la vida me he preocupado por dar su espacio a cada una de ellas. Si estoy en algo, pueden pasar muchas cosas alrededor, pero estoy donde tengo que estar. Mis hijos me han vivido así desde que nacieron; María, la primogénita, vivió cosas fuertes conmigo, porque le tocó todo mi inicio y lo que viví con (el grupo) Arpía”.
Recordó que en ese tiempo no tenía con quien dejarla. “Andaba con mi pedazo, con mi hija en mis brazos o agarrada de mi pierna. Se quedaba dormida en el camerino o en el escenario. Para mí era importante que María viera cuál era el mundo de su madre. Siento que mis hijos nunca se han sentido agredidos o abandonados porque su madre trabaje. Ser madre pasa por diferentes etapas, hay ciertas edades donde necesitas ser ojos, brazos, lengua, o cabeza. Me gusta mucho ser mamá y por ese amor que le tengo a cada una de las cosas y personas con las que convivo, me ha permitido que cada uno tenga su lugar”.
De la mano del dolor
Cecilia está contenta y satisfecha con lo que hace. “Me siento fuerte y convencida y con la certeza de que estoy tomando las formas correctas. No ha sido un camino fácil. Este disco ha conllevado mucho dolor, pero las decisiones que he tomado han sido las correctas. Me tuve que despedir de mucha gente con la que sentí que no debería de estar, porque me lastimaban. Estoy en un momento de mi vida que no permito que se me hiera y cuando me siento lastimada, me voy. Por eso he tenido que decir adiós a proyectos a los que les tenía mucho cariño, porque me sentí usada y traicionada. Eso es parte de la vida.”
Toussaint habló de su deber cívico como artista, sobre todo “estar al frente de un micrófono, porque es una gran responsabilidad. Me preocupan las grandes ínfulas de poder; me avergüenzan, pero quiero volver a creer, y me da profunda tristeza no poder hacerlo”.
Mientras tanto, “espero que la gente se deje acosar con este disco. Estaré haciendo una serie de presentaciones que tienen que ver con mi trayectoria, con Arpía, con los ciclos de lo que ha sido mi carrera”.
Cecilia Toussaint, el 27, 29 y 30 de septiembre en el teatro Helénico, a las 20:30 y 19 horas respectivamente. Los dos primeros días con todo y banda, y el 30, acompañada de Jaime López y su guitarra solamente a las 18 horas.
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