Usted está aquí: jueves 27 de septiembre de 2007 Ciencias “Hay que unir neurona, chequera y voz en beneficio de la ciencia”

No hay vinculación efectiva para trabajar y compartir riesgos, destacan UNAM y UAM

“Hay que unir neurona, chequera y voz en beneficio de la ciencia”

Abismo entre academia y empresas; deben surgir talleres de emprendedores: Emilio Sacristán

Juan José Olivares (Enviado)

Mérida, 26 de septiembre. La precariedad de la inversión del Estado mexicano en ciencia y tecnología y la falta tanto de una vinculación efectiva, como de un lenguaje común entre científicos, tecnólogos, sociedad, empresas y gobierno para trabajar organizados, fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron investigadores, académicos y empresarios, durante el quinto foro consultivo denominado Ciencia Básica para el Bienestar Sustentable de la Sociedad, el cual se realizó en esta ciudad.

Fomento a la cultura científico-tecnológica en la sociedad, financiamiento público y privado para la ciencia y su papel en el desarrollo de las naciones, y la enseñanza de las ciencias en la educación básica, entre otros, fueron algunos de las temas que abordaron los investigadores presentes en esta reunión.

El director del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y premio nacional de ciencias, Alejandro Frank Hoeflich, presentó un proyecto piloto (que ya está en marcha en tres entidades del país: Michoacán, Chiapas y Distrito Federal) para impulsar el talento científico en México. El Programa Adopta un Talento (Pauta) tiene como propósito detectar en escuelas primarias y secundarias a los futuros científicos y es apoyado por la máxima casa de estudios, la Secretaría de Educación Pública, además de algunas instancias privadas. El investigador busca que haya más financiamiento de este tipo.

Las universidades deben mejorar

Llamó la atención el tema de la integración de las capacidades científicas y tecnológicas para el desarrollo productivo y social. En su intervención, Emilio Sacristán Rock doctor en ingeniería biomédica e investigador de tiempo completo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), consideró que “existe un gran abismo entre academia y empresas en una etapa que llamaría valle de la muerte. Este periodo es mencionado cuando no se encuentran mecanismos para que investigadores y empresarios trabajen en conjunto. No existen mecanismos para compartir riesgos, no sólo de capital, sino de tiempo y esfuerzo, que permitan alcanzar etapas de desarrollo tecnológico, incluso las más tempranas”.

El académico de la UAM agregó que “las universidades deben mejorar su preparación para pensar en alianzas no sólo con empresas constituidas, sino incluso para el desarrollo de empresas nuevas, e imaginar formas sobre propiedad intelectual o talleres de emprendedores”. Es decir, la aplicación de ciencia con el objetivo de hacerla sustentable para una nación, puntalizó.

En otro caso, el doctor Mario Humberto Ruz Sosa, profesor investigador del Centro de Estudios Mayas y del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, aseveró que “no es fácil ser el motor del cambio cuando no se tienen los elementos necesarios para serlo: hay que unir neurona, voz, chequera y mano alzada para beneficiar a la sociedad con la ciencia y tecnología”. Reiteró en el tema de la necesidad de la vinculación entre todos los actores para hacer de la ciencia una herramienta sustantiva en las naciones.

Preocupación de la IP

Los investigadores abordaron de diversas formas la necesidad de conectar la oportunidad con el conocimiento. Y mencionaron que México tiene recursos naturales y tecnología para competir, el problema radica en que no existe la iniciativa para emprender macroproyectos nacionales.

Cabe mencionar la opinión de algunos empresarios interesados en estas propuestas de nexo con la ciencia y tecnología mexicanas. El ingeniero Eugenio Villarreal, empresario y presidente del Grupo Promotor Desarrollo de Chihuahua, dijo que su sector no participa en el proceso de generación de ciencia y tecnología, dado que “no tenemos los conocimientos necesarios”, debido a que “no hemos recibido formación científica durante la trayectoria académica. Es necesario cambiar la realidad del sistema educativo. Hacer un esfuerzo orientado a fomentar en los niños el gusto por ciencia y tecnología”.

Los participantes de este foro lanzaron mensajes de integración y búsqueda de financiamiento, así como de estrategias para el fortalecimiento de la ciencia a secretarios de Desarrollo Económico, de Educación y Desarrollo Social.

 
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