Usted está aquí: jueves 27 de septiembre de 2007 Cultura Fuentes encarna muchos de los máximos ideales del ser universitario: el rector

De la Fuente presidió la ceremonia de donación del acervo del escritor a la UNAM

Fuentes encarna muchos de los máximos ideales del ser universitario: el rector

El funcionario devolvió a esa casa de estudios “su prestigio amenazado”, manifestó el narrador

Cerca de 300 libros se integran al Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional

Ángel Vargas y Emir Olivares

Ampliar la imagen Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, y el escritor Carlos Fuentes, ayer, en Ciudad Universitaria Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, y el escritor Carlos Fuentes, ayer, en Ciudad Universitaria Foto: Carlos Cisneros

El escritor Carlos Fuentes sostuvo ayer que, frente al multilateralismo encabezado por Estados Unidos, Europa, Japón, China e India, es tiempo ya de que México y América Latina entren “al banquete de la civilización” y no se mantengan en “la cola del furgón”.

En un improvisado discurso a propósito del donativo que hizo a la Biblioteca Nacional de un acervo con la totalidad de su obra, el autor de La región más transparente realizó un somero análisis del actual contexto internacional.

Afirmó que el mundo ha pasado de la guerra fría, caracterizada por la confrontación de dos bloques de poder, “a un unilateralismo fracasado” y se dirige “con dificultad, pero con seguridad, a un multilateralismo en el que los países de Latinoamérica sabrán aportar la experiencia que tienen en la negociación y la diplomacia”.

En ese tenor, Fuentes se refirió al internacionalismo, del cual consideró que ofrece hoy día “una doble perspectiva de posibilidad y de peligro mediante la llamada globalización”.

Este proceso “es trunco e imperfecto”, afirmó. “Nunca he entendido porqué no se llama internacionalización. Se llama globalización, y por algo será. Porque lo que están globalizando son cosas, mercancías, y lo que queda fuera son los trabajadores, las personas”.

Dudas en el aire

El acto, efectuado en la Sala Mexicana de la Biblioteca Nacional –recinto bajo resguardo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, en el Centro Cultural Universitario, convocó a varios personajes de los ámbitos académico, intelectual y literario, integrantes algunos de ellos de la Academia Mexicana de la Lengua o de El Colegio Nacional.

Entre ellos figuraban el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente; el escritor y Nobel colombiano Gabriel García Márquez; el poeta Alí Chumacero; el artista Vicente Rojo; el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma; el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda; el ensayista Carlos Montemayor, y el filósofo José María Pérez Gay.

El acervo donado por Fuentes consta de alrededor de 300 libros, todos ellos de primera edición y traducidos a 20 idiomas, desde el rumano y sueco hasta el japonés y polaco, informó el director de la biblioteca, Vicente Quitarte.

“Los volúmenes –agregó en entrevista– no tienen anotaciones ni dedicatorias, porque son libros que, supongo, llegaron de la editorial; de hecho están nuevos, porque son libros que él tenía.”

Con el nombre Fondo Carlos Fuentes, ese material se integrará al Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional, donde, entre otros, se encuentran archivos de Lya y Luis Cardoza y Aragón, Carlos Pellicer y Celestino Gorostiza, el cual, por cierto, fue entregado en donación la semana pasada.

Al término de la ceremonia, Fuentes se negó a hacer declaraciones, y así quedaron sin respuesta las inquietudes de los reporteros acerca de si el acervo entregado es similar al que donó a la Biblioteca Vasconcelos.

Aquella donación ocurrió a finales de la administración de Sari Bermúdez al frente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, hecho que acaso se asemeja en términos políticos con el contexto actual en la UNAM, pues en menos de dos meses De la Fuente dejará su cargo.

El autor dejó otra duda en el aire, pues durante su intervención afirmó: “cuando las puertas de una biblioteca se cierran, estamos seguros de que es un augurio de censura, de prohibición y aun de quema de libros”, lo que se tomó como una alusión o crítica a que las actuales autoridades culturales mantienen sin operar la Biblioteca Vasconcelos.

Como rúbrica de su discurso, Carlos Fuentes reconoció a Juan Ramón de la Fuente por su labor al frente de la UNAM, a la cual, dijo, le devolvió “su prestigio amenazado”.

Enfatizó: “La ha colocado entre las principales del mundo y sin duda la primera en Iberoamérica. Ha sabido respetar y acrecentar el legado humanista de la universidad, pero ha puesto acento sobre la importancia de la ciencia, la tecnología y la informática para que México sea un país verdaderamente moderno en el siglo XXI”.

Obsequio del rector al narrador

Por su parte, el rector hizo una breve semblanza del autor. Lo destacó como “el más universal de los escritores mexicanos vivos”, además de resaltar que “es una de las grandes figuras egresadas de esta casa de estudios, cuya trayectoria encarna muchos de los más altos ideales de cuanto significa ser universitario y las mejores características de lo que implica ser intelectual”.

Para concluir, De la Fuente obsequió al escritor un paquete con documentos suyos digitalizados que yacen en el archivo de la universidad y que, entre otros, incluye un documento autógrafo en el que justifica su solicitud de beca para escribir su primera novela, fotografías de hace medio siglo y misivas personales.

 
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