Duelo de consignas en Casa Lamm entre partidarios del zapatismo y de AMLO

Critica Marcos a Calderón por militarista y a López Obrador por sus colaboradores

“Ahora nos dicen que hacemos el juego a la derecha, pero quienes seguimos poniendo los asesinados, los encarcelados y los amenazados somos nosotros”, señala el subcomandante

Matilde Pérez

El subcomandante Marcos hizo severas críticas a Felipe Calderón Hinojosa y de Andrés Manuel López Obrador; al primero por portar un uniforme militar con el que confirma que apoya la política de las empresas trasnacionales de saquear las riquezas naturales a los pueblos indígenas; al segundo por mantener a su lado a gente como Gustavo Iruegas y Arturo Núñez, quienes han humillado a los indios.

Al participar en el encuentro de Pueblos Indios de América, que organizaron Casa Lamm y La Jornada, el subcomandante sitúo al gobierno de Calderón Hinojosa al lado de los capitalistas que han llevado su lógica mercantil a los rincones más apartados del país para apoderarse del agua, de los bosques y hasta del aire de las comunidades indígenas, pero se han encontrado con la rebeldía de los pueblos, convertidos en guardianes y en oposición real a quienes pretenden llevarse los últimos vestigios de soberanía del país.

Desmintió a López Obrador en torno a la visita que, según éste, realizó a todos los municipios de Chiapas y donde, según dijo en una entrevista radiofónica de hace algunos días, no había encontrado inconformidad alguna contra el gobierno del mandatario perredista, Juan Sabines.

“No sabemos si (a López Obrador) le afecta el mismo síndrome de Fox –que no leía los periódicos– porque en su recorrido por Chiapas no visitó los 40 municipios autónomos rebeldes; se entiende que no lo sepa, porque la existencia de dichos municipios casi no se publica en la prensa, pero también puede ser que cualquier señalamiento crítico” sea eliminado de la síntesis de prensa que le entregan y que califique como derechista a cualquiera que lo cuestione.

Los señalamientos del subcomandante Marcos en torno a López Obrador generaron escozor entre los participantes, quienes al término de su intervención respondieron a gritos “¡es un honor estar con Obrador!” Los integrantes de la otra campaña también tuvieron respuesta: “¡Ni PRI, ni PRD, la otra campaña contra el poder!” Para aminorar el griterío y calmar los ánimos de ambos grupos alguien lanzó la consigna “¡Zapata vive, la lucha sigue!”, lo que unificó, al menos en gritos a los presentes.

Antes de las consignas y durante su participación, el subcomandante Marcos se refirió al informe que el pasado 6 de septiembre dio a conocer el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, en el cual se especifica que las familias desalojadas de Montes Azules y “reubicadas” en el rancho Las Vegas, en la Trinitaria, Chiapas, no cuentan con agua potable, energía eléctrica, servicio médico e incluso que el alimento que les proporcionan es únicamente arroz; es la organización Cáritas la que ha proporcionado maíz, frijol y otros alimentos a los desplazados, entre ellos 26 menores, el más pequeño de nueve meses de edad, y siete mujeres, porque los hombres fueron llevados a un penal.

Agregó que los seis hombres detenidos fueron obligados a firmar un papel en el que piden perdón al gobernador Juan Sabines y misericordia para obtener su libertad.

Luego de dar a conocer el maltrato y la humillación de que son objeto los indígenas, el vocero zapatista advirtió que nuevamente se pretende repetir la criminalización contra los indígenas zapatistas y de otros pueblos indios. Sin embargo, destacó, a éstos corresponde continuar con su doble esfuerzo de defender desde abajo y a la izquierda su tierra, sus costumbres, su vida y por eso el encuentro en Vícam, Sonora, que para muchos será intrascendente, para los indígenas de México y de otros pueblos latinoamericanos será la definición de la lucha y de la confección de un nuevo mundo, donde se termine con las arbitrariedades y las injusticias

Ante cerca de 200 personas reunidas en dos salones y los pasillos de Casa Lamm, Marcos continúo con lo que dijo su “terca memoria”, ya que recordó que López Obrador abandonó el plantón que se sostuvo durante un mes en Reforma y en el Zócalo capitalino para acompañar a Juan Sabines como candidato del PRD al gobierno de Chiapas. Agregó que Sabines había sido meses antes alcalde en Tuxtla Gutiérrez por el PRI y militante por años de dicho partido; al ganar las elecciones, López Obrador regresó al Zócalo y, “exultante, dijo que se había detenido a la derecha en Chiapas, aun sabiendo que éste reciclaba al PRI” y que con él regresaban al gobierno los “finqueros”, que han estado siempre contra los indígenas.

Asentó que el gobierno perredista de Juan Sabines representa la continuación de un proyecto político, social y económico similar al de otras administraciones; es la continuación, de la represión, el despojo y la discriminación. Es la guerra contra los pueblos indios con otra vestimenta.

También criticó que López Obrador mantenga entre su equipo cercano de colaboradores a Arturo Núñez Jiménez y a Gustavo Iruegas, de quien recordó su “lamentable participación en los diálogos de San Andrés” y que el subcomandante Marcos calificó de la traición de 1995, no sólo por humillar a los entonces jefes zapatistas, entre ellos al comandante Zebedeo, burlarse de ellos y, como integrante del gobierno de Zedillo, aplicar la estrategia de “pega para que dialoguen” y que culminó con la masacre de Acteal.

Gustavo Iruegas, quien hoy ocupa el cargo de canciller del “gobierno legítimo”, cuenta con el apoyo del lopezobradorismo, pero “ni en el caso de él ni en el de Arturo Núñez o en el de Ricardo Monreal sabemos cómo cambiaron de convicción y de lógica; tal vez, más adelante, nos den pruebas de que ya no son criminales ni son de la derecha, a ellos ya los convencieron, pero a nosotros no nos han convencido. Ahora nos dicen –por hacer estos señalamientos– que le hacemos el juego a la derecha, pero quienes seguimos poniendo los asesinados, los encarcelados y los amenazados somos nosotros”.

En el acto también estuvieron presentes Magdalena Gómez, colaboradora de La Jornada; Sergio Rodríguez Lazcano, director de la revista Rebeldía; la comandanta Miriam, y el comandante Zebedeo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.