La pura reforma de leyes laborales no es la solución: OIT

Sólo el crecimiento equitativo genera empleo

Susana González G.

Más que una reforma laboral, “lo primero que hay que entender es que lo que crea empleo es un crecimiento económico equitativo en cuanto a su capacidad de impactar distintas actividades y a su distribución regional”, aseveró Miguel del Cid Molina, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba.

Entrevistado a propósito de la reforma laboral tan demandada en México por el sector empresarial, el representante de la OIT acotó que se le debe dar “su justa dimensión” y no otorgarle más peso del que en realidad tiene en la solución del problema del desempleo en un país como México.

El déficit de empleo formal asalariado que existe en un país tiene que ver “con problemas de insuficiencia de crecimiento económico y de inversión. Por eso el tamaño de una economía informal varía más en proporción directa a esos problemas que a los problemas del mundo laboral y su legislación”, puntualizó.

Si bien consideró que en el caso mexicano, empleadores y trabajadores han manifestado estar de acuerdo en que es necesario llevar a cabo una reforma laboral, “lo importante es esclarecer cuánto pesa el tema de la legislación laboral en la solución del empleo y el aumento de la informalidad”.

Del Cid Molina refirió que en América Latina se han llevado a cabo múltiples reformas laborales desde la década de los 80, lo mismo con fines “flexibilizadores para el mercado de trabajo” que de tipo “proteccionistas”, pero consideró que “probablemente muchas de ellas fueron orientadas más por principios teóricos que por un análisis objetivo de las relaciones y causas y efectos de los problemas que intentaban resolver”.

Advirtió que si los sectores productivos están de acuerdo en realizar una reforma laboral debe ser con el mayor consenso posible y voluntad política de los involucrados, para que su contenido responda a los fines a los que aspiran en materia de trabajo y en cumplimiento de los acuerdos internacionales en la materia. “Creo que el propio presidente (Felipe Calderón) ha manifestado que no se aspira a la reforma laboral perfecta, sino a una factible, aquella que sea viable y se logre con el mayor consenso posible entre los actores del trabajo”, dijo.