Prevén victoria oficial; abstencionismo, el rival
Las elecciones de hoy, un plebiscito a la gestión de Putin en Rusia
Moscú, 1º de diciembre. Presentadas por el Kremlin como plebiscito sobre la gestión del presidente Vladimir Putin, las elecciones legislativas de este domingo en Rusia deben confirmar una certeza y aclarar una duda.
La certeza de que, gracias a la bonanza de los hidrocarburos y a la ventaja de utilizar en beneficio propio todos los recursos del Estado, va a ganar el partido oficialista, Rusia Unida, cuya lista encabeza Putin, quien dentro de tres meses debe dejar la presidencia al término de su segundo periodo consecutivo, conforme establece la Constitución.
Y la duda de si habrá suficiente participación para hacer creíble el respaldo abrumador en las urnas que quiere obtener el Kremlin, no menos de dos tercios del total de 450 escaños de la Duma (Cámara baja).
Pero si se registra una elevada abstención, entre los 109 millones de ciudadanos inscritos en el padrón, no será fácil argumentar que la mayoría de los rusos aprueba con nota de sobresaliente la gestión de Putin, al frente de Rusia los ocho años recientes, y quiere que siga como máximo dirigente de este país, al margen del cargo que ocupe, cuando deje el Kremlin en manos de un sucesor formal.
Los sondeos de intención de voto coinciden en que sólo dos partidos –el oficialista Rusia Unida y el Comunista, la segunda fuerza política del país– tienen asegurada su presencia en la nueva composición de la Duma y que otros dos –el ultranacionalista Liberal Democrático y Rusia Justa, también oficialista, impulsados desde el Kremlin para restar votos a la oposición– rondan 7 por ciento de sufragios, porcentaje que da derecho a tener diputados.
Según las mismas encuestas, y aunque los excluidos ponen en duda su veracidad, ninguno de los restantes siete partidos que lograron registro para figurar en las boletas se aproxima a ese mínimo requerido, el cual subió dos puntos en relación con las anteriores elecciones legislativas, en 2003.
Existe la remota posibilidad legal de que los partidos que no alcancen 7 por ciento de la votación pudieran entrar en la Cámara, pero eso sólo podría ocurrir si los partidos que sí saquen el mínimo requerido no sumen, entre todos, 60 por ciento del respaldo en las urnas.
Desde el pasado viernes, según trascendió, el movimiento juvenil Nashi (Los Nuestros), afín al Kremlin, tiene en bodega miles de carteles y volantes impresos que proclaman la “victoria arrolladora” de Putin en las legislativas del domingo.
“El 2 de diciembre los rusos eligieron al presidente Vladimir Putin como líder nacional de Rusia”, dice uno de los carteles, salido de la imprenta varios días antes del día de la votación.