“Somos cuates, tranquilos y respetuosos”, señalan
Celebran en Mérida el cuarto congreso estatal de borrachos
Mérida, Yuc., 1º de diciembre. “Somos borrachos y a mucha honra”, claman, jubilosos, unos 30 alegres compadres que cada primero de diciembre se reúnen para beber hasta caer rendidos, pero satisfechos.
Los integrantes de este singular grupo eligen este día el bar de su preferencia y celebran en grande al dios Baco. En esta ocasión celebraron el “cuarto congreso estatal de borrachos”, para lo cual mandaron a confeccionar playeras con la leyenda del festejo y entregaron un premio en efectivo al borracho más destacado del año.
No hay distinción de clases. Algunos son profesionistas, académicos, burócratas y hasta jubilados. Desde hace varios años eran amigos y cada uno bebía por su cuenta, pero luego de un tiempo de coincidir en cantinas, restaurantes y bares decidieron reunirse y ponerse una francachela hasta entrada la madrugada.
Así nació la idea de reunirse cada primer día de diciembre para ingerir cervezas y el aguardiente que más le acomode a cada uno. No hay más objetivo que beber y beber, platicar de cualquier tema, contar chistes, hacer bromas y observar la televisión.
En esta ocasión el bar elegido fue el Sinaloa, ubicado en el norte de Mérida y muy popular entre los parroquianos. Con las playeras diseñadas para su cuarta reunión anual y en una amplia mesa, los amigos se sirvieron tarros de espumosa cebada fermentada y brindaron con el tradicional salud.
“Somos alcohólicos activos”
Mauro Ortiz, uno de los fundadores del club de borrachos, señala que todos son cuates y respetuosos, y que el único objetivo es que cada quien consuma la bebida de su preferencia.
“Cuando algún parroquiano ya no puede más deja la parte económica proporcional de su consumo y es enviado a su casa en taxi o mediante un conductor designado”, señala.
–¿Y las familias? ¿Hay problemas con las familias?
–No, para nada, cada uno es responsable de sus actos; sus esposas e hijos saben dónde estamos cada año y no se preocupan por ello.
Sergio Chan, otro de los alegres compadres, bromea: “no necesitamos ir a AA (Alcohólicos Anónimos), somos Alcohólicos Activos”. ¡Salud!