La agresión ocurrió en Zimapán, Hidalgo
Balacean a opositores de un confinamiento de residuos
Movimiento ciudadano considera que la obra, realizada por una empresa española, daña un manantial que dotará de agua potable a los habitantes de Querétaro
La construcción de un confinamiento de residuos peligrosos a cargo de la empresa española Befesa en ejidos de Zimapán, Hidalgo, ocasionó el enfrentamiento ocurrido la tarde de ayer entre algunos integrantes de la comunidad de San Antonio y habitantes de la cabecera municipal opositores al proyecto.
José María Lozano, integrante del movimiento ciudadano Todos somos Zimapán, explicó vía telefónica que cerca de las dos de la tarde al salir de la comunidad Xahá, el grupo de cerca de 200 personas que viajaban en varias camionetas fueron agredidas a balazos y la camioneta en la que él se trasladaba tuvo que desviarse hacia un camino de terracería rumbo a una zona conocida como La Ortiga, cercana a los límites con Querétaro.
“Los agresores –un grupo de cerca de 15 personas con armas de alto poder, entre ellas familiares de Nicolás Ramírez Labra, presidente de bienes comunales de San Antonio– habían colocado tres vehículos para obstruir el paso; la camioneta en la que viajaba con 10 personas logró pasar el bloqueo, pero fue obligada a desviarse por el camino de terracería. Nos persiguieron y dispararon, mientras me comuniqué con la autoridad municipal para reportar el incidente”, dijo.
Agregó que elementos de la policía municipal llegaron hasta el lugar en donde se habían refugiado (Lozano y sus acompañantes) y también fueron agredidos por el grupo, pero la gente del movimiento Todos somos Zimapán también ya había llegado y lograron detener a Presbítero Francisco Alvarado, de 46 años, y a Joel Francisco Leal, de 25 años, quienes fueron llevados al hospital FAS (Fundación de Apoyo Social), para verificar que los golpes que tenían no son de gravedad.
Acusan al edil de proteger a los constructores del confinamiento
En la refriega, según versión de Lozano, siete vehículos de la gente del movimiento opositor al confinamiento fueron dañados; “ahora la gente está realmente molesta e indignada por la situación y exige que los detenidos no sean trasladados a la presidencia municipal, porque el alcalde, Eusebio Aguilar, es uno de los principales promotores del confinamiento y podría dejar en libertad a los agresores”.
La gente del movimiento está dispuesta a bloquear los caminos que conducen al confinamiento –y que atraviesan la cabecera municipal–, además de sostener un plantón indefinido en las oficinas de la empresa española. “Hay mucho coraje por esta agresión, en la que afortunadamente no hay heridos de bala, sólo golpeados, pero la situación está muy tensa”.
Comentó que trataría de comunicarse con Jorge Lumbrera, encargado por la Secretaría de Gobernación para atender la protesta de cientos de habitantes de la cabecera municipal que están en contra de la construcción del confinamiento de residuos peligrosos que se construye en 133 hectáreas de terrenos ubicados a cinco kilómetros de la zona urbana del municipio.
En unos días comenzará a funcionar
El movimiento Todos somos Zimapán ha denunciado que el proyecto, cuya construcción no se ha detenido y que según los planes de la empresa española Befesa, empezará a funcionar antes de concluir este mes, contaminará el río Moctezuma, situado a un kilómetro del confinamiento, dañará irreversiblemente el manantial de Saja, conocido como el Infiernillo, y que forma parte del proyecto Acueducto II, con el que se surtirá de agua potable a los habitantes de Querétaro.
Anoche, elementos de la policía municipal y del estado de Hidalgo se habían concentrado en la cabecera de Zimapán, informaron integrantes del movimiento opositor al confinamiento de residuos peligrosos.