Es urgente revisar el marco legal para limpiar el sector: Babatz
La CNBV revocará la autorización para operar a 40 uniones de crédito
Acapulco, Gro., 2 de diciembre. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) revocará la autorización para operar por lo menos a 40 uniones de crédito, de las cuales se está revisando su operación, afirmó el presidente de la institución, Guillermo Babatz.
El funcionario consideró que el marco legal tiene deficiencias y es inadecuado para desarrollar el sector, porque faltan atribuciones a la CNBV para sean expeditos los procesos de salida de los intermediarios que incumplen con las reglas. Dijo que se requiere un nuevo marco legal para acelerar la “limpia” del sector. En la actualidad operan 160 uniones de crédito, pero entre 120 y 125 funcionan bien. Al resto se le tendrá que revocar la autorización, precisó.
Babatz fue entrevistado en el segundo foro Pymes de Uniones de Crédito, donde indicó que se trabajará junto con funcionarios de la Secretaría de Hacienda para proyectar el nuevo marco legal para el sector, del cual ya conoce la propuesta integral hecha por el Consejo Mexicano de Uniones de Crédito y que será discutido en la Comisión de Hacienda del Senado.
Reconoció que en 1993 se aprobaron reformas para ampliar la cobertura regional y sectorial de las uniones de crédito. Sin embargo, la aplicación de estas reglas resultó deficiente para promover la expansión de estos intermediarios.
Dijo que el actual proceso de revocación es muy lento y oneroso, y ello va en detrimento de todo el sector. Por ello es urgente concretar los cambios al marco legal, a fin de acelerar la salida de los intermediarios que no cumplen con las reglas y limpiar la imagen de las uniones de crédito para que incrementen sus actividades.
Recordó el funcionario que de 1989 a 1995 se autorizaron 219 entidades que se sumaron a las más de 200 existentes, para alcanzar 432, pero el crédito otorgado por la banca de desarrollo no tuvo disciplina para lograr un proceso ordenado.
El titular de la CNBV afirmó que la débil gestión de los programas de crédito de la banca de desarrollo se hizo evidente durante la crisis financiera de 1994 y tuvo, entre otras graves consecuencias, un efecto sumamente negativo en la credibilidad y reputación del sector.
Puntualizó que el desprestigio de la figura de las uniones de crédito derivado de los fraudes que se cometieron contra los socios, condujo a la falta de fuentes de fondeo y al cierre de un número considerable de intermediarios que llevó a la revocación de 274 entidades de 1995 a la fecha.