Los alumnos, con más acceso al conocimiento que docentes
Destaca experta bondades de las tecnologías de información
Ampliar la imagen Las nuevas tecnologías de la información, como Internet, han generado otra forma de acceso al conocimiento Foto: Archivo/María Luisa Severiano
A diferencia de lo que se pensaba hace 15 años en cuanto a la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y su impacto en los procesos educativos, hoy sabemos que pueden ser una herramienta importante para atender distintos aspectos del aprendizaje, como la formación continua o permitir el acceso del conocimiento a zonas geográficamente aisladas, pero no se ven como una opción que se pueda generalizar para resolver todas las demandas educativas, aseguró Héléne Lamicq, ex rectora de la Universidad París 12 y profesora del Instituto de Estudios Urbanos de París, Francia.
Afirmó que el impacto de las llamadas tecnologías de la información, como Internet, ha sido “enorme en todo el planeta, pero ya se ha superado el debate si serían un mecanismo para sustituir la formación presencial o a distancia, hoy aparecen como una alternativa más adaptada a determinadas necesidades”.
Incluso, destacó, cuando se trata de la educación virtual se han llegado a dar sesiones presenciales para la estimulación de los grupos de alumnos y también para fortalecer el sentimiento de pertenencia a una actividad universitaria, aunque sea a distancia.
En entrevista con La Jornada, Lamicq, presidenta del grupo de expertos del Programa de Evaluación Institucional de Universidades de la Asociación Europea de Universidades, aseguró que su mayor impacto ha sido en las condiciones en que se realiza el trabajo científico en las instituciones de enseñanza superior y la forma en cómo se divulga, debido a que “cambiaron las condiciones de acceso a la información y con ello los mecanismos para buscar que las investigaciones científicas tengan un impacto productivo”.
Otro fenómeno que se ha comenzado a detectar, indicó, es que los alumnos a veces tienen mayor acceso a información que sus propios docentes, es decir, “hay una forma de reversión de las habilidades que aún debe ser analizado dentro del proceso de educación, pues los jóvenes hoy tienen acceso a mucha más información, pero muchas veces se usa para plagiar contenidos y no como parte de un proceso formativo”.
Al respecto, enfatizó que la evaluación de habilidades y competencias entre los jóvenes debe considerar que “son parte de una nueva generación que enfrenta retos distintos y herramientas muy diferentes a las que tuvieron acceso otros jóvenes. Estudios recientes aplicados en Francia a alumnos de secundaria y universitarios demostró que sus competencias y habilidades están lejos de ser consideradas como bajas, por el contrario se han incrementado”.
El nivel de calidad para ciertos ejercicios que son tradicionalmente valorados en los sistemas educativos, como la ortografía, son un problema porque el lenguaje de los jóvenes es más fonético o más reducido, “pero en otros campos del saber y las habilidades hay un incremento muy alto de sus habilidades por la diversificación de prácticas comunicativas que tienen”.
Por ello, advirtió que si las habilidades se miden de la misma forma que 50 años atrás, con generaciones que viven en otro contexto, con otras coyunturas y aspiraciones, “tanto en niveles de conocimiento como en habilidades, los resultados van a dar quimeras. Van a ser resultados quiméricos, pero cuando se miden seriamente a través de estudios científicos todas sus nuevas habilidades y competencias se demuestra que no bajan en sus niveles de aprendizaje”.
Agregó que otro de los temas centrales en el debate sobre el papel de las universidades en el siglo XXI es el de reconocer que se debe fortalecer una formación “más amplia, pero también suficientemente flexible para garantizar que los egresados de estudios universitarios tengan mayores fortalezas en su empleabilidad, que no es lo mismo que atar los contenidos curriculares a las demandas del mercado laboral por el contrario es ofrecer a los egresados mayores posibilidades de encontrar empleo en distintos sectores productivos con una formación más amplia y con mejores habilidades para resolver problemas laborales”.