Balance de la Jornada
Dos equipos con modesto presupuesto disputarán la final
Ampliar la imagen Luego de 30 años en el futbol mexicano, el Tuca Ferretti acaricia un segundo título, ahora con Pumas Foto: Reuters
Pese a la crisis que aqueja al arbitraje y que se agravó durante la liguilla, Atlante y Pumas, dos clubes de modesto presupuesto, están en la final por el título del torneo Apertura 2007 en el que, no hay duda, el mejor futbol lo exhibió el equipo de la UNAM, el cual con su tridente sudamericano de ataque y una sólida defensa se encargó de hacer realidad la maldición del superlíder y arrebató a Santos la etiqueta de favorito.
Cuando a principios del certamen le dijeron a Ricardo Ferretti que no había dinero para ir de compras al estilo Tigres o Cruz Azul, el timonel se alzó de hombros y aceptó trabajar con lo que se pudiera adquirir en el mercado internacional. Echó ojo a la Cantera, donde encontró una pieza fundamental: el volante Pablo Barrera.
La adquisición de Esteban Solari, goleador en Chipre, generó dudas, pero embonó perfecto con Scocco y Sambueza, mientras la pujanza de Barrera se sumó a la de Leandro Augusto y el coctel quedó listo. El Tuca Ferretti, de estilo más bien defensivo, pronto se convenció de que conducía un cuadro todo-terreno, inmejorable para celebrar sus 30 años en el balompié mexicano.
La misión de matar a los punteros deberá redondearse ante Atlante. En condición de visitante Pumas clavó la estocada mortal al líder y sublíder, Santos y Toluca. Por el título irá ante el tercer lugar, los gitanos Potros que parecen haber cesado su peregrinar con llegada a buen puerto, el paradisiaco Cancún.
El conjunto azulgrana es otro club de poca inversión económica y que da proyección a jugadores y técnicos, pero luego de 14 años ya le urge un título que corone su hasta hoy exitoso cambio de sede.
Mucho tuvo que ver el ojo clínico del directivo Toño García en las contrataciones del venezolano Giancarlo Maldonado y del camerunés Alain Nkong, pero el Profe Cruz fue el escultor que trabajó a conciencia este Potro digno de postal.
No obstante, Pumas ha mostrado mayor concentración en la liguilla, no así Atlante, que en la visita al Guadalajara se vio desconcertado y fue avasallado por el empuje de las desbocadas Chivas que, sin embargo, fue incapaz de hacer más amplia su ventaja parcial y quedó al margen con empate global, gracias a la mano justiciera de la tabla general.
Tras la derrota en el juego de ida, al rescate entró García, quien sacó a relucir su largo colmillo e hizo astuta labor sicológica al llevar a una especie de juicio sumario a Omar Bravo, al que ‘perdonó’ de última hora en gesto magnánimo. Con ello desvió reflectores y dio cierto respiro a los cuestionados hombres de negro, quienes ante tan benévolo gesto, en la vuelta, no dudaron en reparar los estropicios de Germán Arredondo.
Eso ya es historia. La mesa quedó puesta y si la UNAM tiene un baluarte en Pablo Barrera, enfrente estará otro mexicano, el diminuto Christian Bermúdez, quien lejos de engolosinarse con el balón, como le ocurre a Gabriel Pereyra, ha demostrado inteligencia y buen entendimiento con trazos precisos hacia Giancarlo. Queda en el aire la promesa de una buena final.
Con todo y el comentarista Daniel Brailovsky, América está a punto de frustrar la meta de emular a Pachuca en la Copa Sudamericana. Desde el viernes, para su numerosa afición otra vez se acerca la desilusión de quedarse con las manos vacías y reza por ver cuajar una misión que luce difícil: vencer a domicilio al sorprendente Arsenal de Sarandí.