Expone una serie de fotografías con las que busca romper el formato bidimensional
Propone Mara Sánchez debate entre naturaleza y tecnología, con Estructuras
Quiero ver si el hombre mantiene todavía su esencia vital, por lo que busqué en las formas naturales semejanzas con las herramientas de la industria, señala la artista
Ampliar la imagen Una de las obras que pueden verse en la exposición
El deseo de sumarse al debate y reflexionar sobre la relación del hombre con la naturaleza, llevó a la fotógrafa Mara Sánchez Renero (Distrito Federal, 1979) a crear, hace dos años, el proyecto Estructuras. Gracias a una invitación de Mayra Nakatani y Espacio Artec, una exposición homónima de 16 piezas, su primera en México, fue inaugurada en días pasados en Guanajuato 182-A, colonia Roma, teléfono 5574-4324, donde permanecerá hasta el 7 de diciembre.
Radicada en Barcelona desde hace seis años, donde estudió en el Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña y realizó varias especializaciones, Sánchez Renero expresa que después de una época introspectiva, llena de preguntas, surgió Estructuras. Decidió entrar al debate sobre el comportamiento del hombre con la naturaleza de una forma figurativa, personal. Fue, entonces, cuando escogió representar al hombre por medio de la industria, un elemento creado por el ser humano, que, a su vez, marca “la evolución del hombre hacia el control de su propia estructura”.
Pero, ¿qué busca? “Quiero ver –explica la entrevistada– si el hombre mantiene todavía su esencia natural, entonces, busqué en las formas de la naturaleza una similitud con esta herramienta bruta y pesada que es la industria”.
Sánchez Renero encontró que, en efecto, hay formas que se parecen, entonces decidió jugar con ellas y crear un trabajo en que rompe con el formato bidimensional de la fotografía. Es así como concibe una “estructura” de madera cuya fotografía en primer plano, de un elemento natural, es interrumpida, penetrada y fragmentada por una segunda imagen, de un aspecto industrial, que queda insertada como en el fondo de una caja.
En vez de dar una respuesta, Sánchez Renero quiso crear una composición donde “se encontrara ese debate, y que cada persona pudiera sentir su propia reacción ante el objeto”. A pesar del rompimiento, la fotógrafa hace que ambas imágenes tengan una relación directa por medio de la forma y la composición, de manera que una parezca “la continuación de la otra”.