Usted está aquí: martes 4 de diciembre de 2007 Política Proponen maiceros 5 acciones urgentes para enfrentar eliminación de aranceles

De no realizarse, el mercado quedará en manos de productores de EU y Canadá

Proponen maiceros 5 acciones urgentes para enfrentar eliminación de aranceles

Exigen que se eleve 100% el apoyo al sector y se aprueben presupuestos multianuales

Matilde Pérez U.

Para que los productores de maíz puedan afrontar con menos zozobra la eliminación total de los aranceles a las importaciones del grano en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno debe cumplir el Acuerdo Nacional para el Campo; establecer un programa nacional de maíz; crear una comisión especial para ese cultivo; aprobar la ley de planeación para la seguridad y la soberanía alimentaria, e impulsar un pacto en la Organización Mundial de Comercio para que los países en desarrollo puedan proteger sus cultivos especiales y estratégicos.

La Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM) manifestó que de no cubrirse dichos requisitos, el mercado interno del grano –incluyendo el de la tortilla– quedará en manos de productores de Estados Unidos y Canadá.

“Lo que en este momento da relativa protección son los altos precios en los mercados internacionales, pero las autoridades debe comprender que los productores de maíz necesitan que se replantee el ingreso objetivo (precio de referencia) y no continuar con la herencia maldita de entregar el mercado a los extranjeros”, aseveró el presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López Aguilar.

En la presentación del documento Maíz, tesoro de México, elaborado por la CNPAMM durante la llamada Semana del maíz, Efraín García Bello, presidente de la organización, destacó que a pocas semanas de la eliminación de los aranceles a las importaciones del grano, “queremos que escuchen la voz de los productores. No somos actores de la farándula ni famosos, pero nuestra vida gira en torno del maíz, y por ello estamos proponiendo acciones para defenderlo. Vamos a protegerlo por su valor estratégico en la economía nacional, por su valor cultural e histórico y por ser alimento de los mexicanos”.

Agregó que desde la firma del TLCAN los productores quedaron expuestos a las fuerzas de la globalización, mientras el Estado concluía el desmantelamiento de instancias de apoyo, como Conasupo, Fertilizantes Mexicanos, Almacenes Nacionales de Depósito y Productora Nacional de Semillas, entre otras. Por eso, frente al compromiso de los agricultores de continuar elevando la producción y la productividad, ahora requieren que el presupuesto para la actividad se eleve 100 por ciento respecto del valor que tenía en 1994 y se aprueben presupuestos multianuales.

Destacó que el compromiso incluye incrementar la producción de maíz amarillo mediante la agricultura por contrato, pero “la acción se torna difícil porque el gobierno entrega con atraso los apoyos de compensación para la siembra para esa variedad de maíz; hay ocasiones en que se retrasa un año”.

Descartó que la apertura –a partir de 2008– traiga consigo la desaparición de los maiceros. “El panorama ha cambiado. Antes habíamos dicho que el mercado se iba a inundar con el maíz de Estados Unidos, pero la producción de etanol a partir del grano varió el escenario. Ello no quiere decir que deje de existir el riesgo de que una vez que se estabilicen los precios los productores estadunidenses no busquen posesionar sus cosechas en el mercado mexicano y en la cadena maíz-tortilla”, abundó.

Ante esa situación, dijo, “debemos estar blindados y equilibrar la balanza de producción de maíz amarillo y blanco”. En este último hay un excedente de producción de 5 millones de toneladas, mientras en el primero hay un déficit superior a 10 millones.

Este año la producción excedente de maíz blanco está provocando problemas de comercialización y bajas en el precio, “debido a las señales equivocadas que envió el gobierno por diagnósticos equivocados”, asentó.

El secretario técnico de la CNPAMM, Carlos Salazar Arriaga, explicó que es evidente la necesidad de generar políticas públicas que permitan consolidar la seguridad y soberanía alimentarias, y reconozcan la importancia de invertir en la producción de maíz nacional en el contexto del TLCAN y de la economía mundial, ya que los granos son importantes no sólo por su valor estratégico para el consumo humano y pecuario, sino para la producción de bioenergéticos y derivados que sustituirán en el futuro los combustibles derivados del petróleo.

De acuerdo con el documento Maíz, tesoro de México, en la década pasada los presupuestos asignados a los sectores agropecuario y pesquero alcanzaron apenas 3 por ciento de lo que se aprobaba para el sector en 1990, en términos reales; además, entre 2000 y 2005 las importaciones agroalimentarias superaron las exportaciones por un monto acumulado de 60 mil millones de dólares, y entre 1994 y 2005 se perdieron 2 millones de empleos agrícolas.

Actualmente, más de 3 millones de productores de maíz y sus familias representan 55 por ciento de la población rural del país y aproximadamente 13 por ciento de la población total, por lo que la CNPAMM y la CNC consideraron que además de las cinco acciones urgentes deben llevarse a cabo otras 14 estrategias de políticas públicas para el campo, entre ellas la construcción de infraestructura de riego y atender la deficiencia en el manejo de cosecha y poscosecha, para evitar la pérdida de 30 por ciento por problemas de transporte, almacenamiento y plagas.

 
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