Extraordinaria demanda de registro, reporta FIRA
Son escasas las microfinancieras en los municipios marginales
Mérida, Yuc., 3 de diciembre. A pesar de ser considerado un instrumento para abatir la pobreza, las instituciones de microfinanciamiento que operan en México se han concentrado en las zonas urbanas, y existe “escasa cobertura en los municipios de alta y muy alta marginalidad”, advirtió Daniel Casarín, consultor de análisis financiero de crédito del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), de la Secretaría de Economía.
Al exponer los resultados del monitoreo de microfinancieras durante el sexto Encuentro Nacional de Microfinanzas que lleva a cabo Pronafim en esta ciudad, el funcionario aseguró que existen microfinancieras en 31 entidades de la república cuya distribución varía mucho.
Así, 40 por ciento de los créditos otorgados por estos organismos se concentran en: México, Guanajuato, Distrito Federal, Chiapas y Oaxaca, y a pesar de que hay presencia de microfinanciadoras en todo el país, no significa que tengan sucursales en la mayoría de los municipios.
En las zonas de alta marginalidad es muy “incipiente” la presencia de estas instituciones, mientras se da una “altísima concentración” en las zonas urbanas.
En tanto, María del Carmen Díaz Amador, coordinadora general de Pronafim, precisó que este año se otorgaron 2 mil millones de pesos en créditos destinados a los “micronegocios, porque ya no se les llama changarros”, que contribuyeron a mejorar las finanzas de mil familias de zonas urbanas y rurales.
Destacó que más de 80 por ciento se destinaron a mujeres emprendedoras, y el porcentaje de recuperación es de 95 por ciento. Anunció que para el año próximo se planea entregar 700 mil créditos.
Según la funcionaria es mínimo el número de microfinancieras que dejan de operar, pues en lugar de desaparecer muchas incrementan tanto sus actividades que ya no requieren fondos estatales. En 2000, el gobierno federal aportaba 100 por ciento de los recursos para dichas intermediarias, ahora sólo lo hace en 45 por ciento, mientras el resto proviene de recursos privados.
Reconoció que hubo casos de fraude en estas operadoras, los cuales se incrementaron con el cambio del gobierno federal, pero aclaró que representan 50 millones de pesos, cantidad mínima respecto a los mil 800 millones en créditos que maneja Pronafim.
Se prevé quintuplicar el microfinanciamiento rural
Ante la apertura agropecuaria del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para 2008, se ha multiplicado “de manera extraordinaria” la demanda de organizaciones económicas e inversionistas que quieren registrarse como instituciones de microfinanciamiento ante los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) para apoyar al campo, aseguró Francisco Javier Herrera Lezama, director de promoción del organismo.
“Sólo en los últimos tres o cuatro meses hemos tenido alrededor de 60 o 70 solicitudes, pero nuestros procesos de selección son muy acotados y somos exageradamente cuidadosos en la selección de estos intermediarios”, dijo, y destacó que la mayoría de los solicitantes pretenden convertirse en Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes).
Precisó que por dicha coyuntura del TLCAN, el FIRA, que depende del Banco de México, solicitó como “capital mínimo sólo para Sofomes” unos 20 millones de pesos, que equivalen a 3.5 millones de Udis, para destinarlos principalmente a organizaciones con presencia regional, más que nacional. La limitante para otorgar dichos apoyos al campo no es la cantidad de recursos, sino contar con instituciones “fuertes, robustas y con una perspectiva de autosuficiencia”, explicó.
Las principales solicitudes provienen de entidades del sur y sureste del país, para todas las ramas de la economía rural, mientras las originarias del norte se enfocan sólo en actividades agropecuarias, dijo Herrera Lezama, entrevistado tras participar en el sexto Encuentro Nacional de Microfinanzas. En su ponencia, el funcionario anunció que el FIRA pretende extender su red de cobertura para quintuplicarla a largo plazo, y lograr que las microfinancieras a las que apoya sean autosuficientes.