El gobierno federal se lava las manos en el conflicto cañero
Corresponde a los productores de caña de azúcar y a los industriales acordar el precio de la gramínea, “y espero que haya buenas noticias mañana (viernes)”, dijo Alberto Cárdenas Jiménez, secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, quien eludió la responsabilidad del gobierno federal de dar a conocer el precio de la caña para la zafra 2007-2008, como ordena la ley cañera.
“Como en cualquier negocio, el productor y el industrial deben hacer su tarea. Ellos son los primeros interesados en que su negocio prevalezca. En el caso de la caña, cada inicio de zafra se presentan estas discusiones. Pareciera que es la cultura normal del sector”, dijo luego de participar en la presentación del Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz.
–Pero el gobierno también es industria porque tiene a su cargo algunos ingenios. ¿Cuál es su postura?
–Esperamos que logren acuerdos industriales y productores. Recuerden que la zafra pasada empezó tardíamente, casi a mediados de diciembre, y sacó la segunda zafra histórica más alta, con 5.3 millones de toneladas. Los productores insistieron en que el gobierno publique el precio para la zafra 2007-2008 en el Diario Oficial de la Federación.
Mientras, productores de caña del municipio de Cuauhtémoc, Colima, mantienen en su poder el ingenio azucarero de Quesería, perteneciente al grupo Beta San Miguel, en demanda de un incremento al precio de la caña de azúcar.
Agustín Facio Rogelio, dirigente de los productores de la Confederación Nacional Campesina, informó que el plantón podría levantarse este viernes si industriales y líderes cañeros llegan a un acuerdo sobre el incremento y el gobierno lo acepta.
Los productores, dijo, pueden aguantar 15 días más, pero esperan que sus líderes y los industriales lleguen pronto a un convenio, pues 15 mil familias de Colima y Jalisco dependen de esa actividad y están sin trabajo y sin dinero.
Explicó que hay un “pequeño avance” en las negociaciones, pues los industriales ofrecieron un aumento del 4.5 por ciento en el precio, pero los cañeros piden 8.5 por ciento.