La acción de los países ricos, importante para salvar uno de los pulmones del mundo
Proteger el Amazonas, piden en Bali; podría desaparecer en 2030
Alerta de informe presentado por el Fondo Mundial para la Naturaleza
La postura de Washington, aislada en conferencia climática
Iniciativa para proteger el Triángulo del Coral
Nusa Dua, Indonesa, 6 de diciembre. Las drásticas consecuencias del cambio climático y la deforestación podrían causar graves daños a 60 por ciento de la selva amazónica o incluso llevar a su desaparición antes de 2030, de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
En los próximos 23 años la deforestación de la cuenca del Amazonas produciría entre 55 mil 500 y 96 mil 900 millones de toneladas de dióxido de carbono, sostiene un informe del fondo. La segunda cifra equivale a los gases de efecto invernadero que se emiten en todo el mundo en dos años. Además, la destrucción de la selva amazónica acabaría con uno de los estabilizadores claves del sistema climático mundial.
El Amazonas, donde está más de la mitad de la selva mundial, funciona como un importante pulmón del planeta –absorbe el dióxido de carbono y emite oxígeno–, pero la tala masiva y la quema de rastrojos para cultivar la tierra hacen que el carbono acumulado en los árboles salga a la atmósfera.
“No se puede infravalorar la importancia de la selva amazónica para el clima mundial”, dijo Dan Nepstad, uno de los autores del informe. “No sólo es esencial para enfriar la temperatura del planeta; también es una gran fuente de agua que podría bastar para influir en algunas de las grandes corrientes oceánicas y, por encima de todo, es un almacén masivo de carbono”, explicó.
Según el informe, si persisten los métodos agrícolas y ganaderos actuales y continúan los incendios, las sequías y la tala masiva, 55 por ciento de la selva amazónica habrá desaparecido o se habrá dañado gravemente en 2030 y otro cuatro por ciento sufrirá notablemente si, como predicen los científicos, las lluvias disminuyen diez por ciento. De acuerdo con WWF, el descenso de las precipitaciones podría alcanzar 20 por ciento.
“Todavía podemos frenar la destrucción de la selva amazónica, pero necesitamos el apoyo de los países ricos”, dijo Karen Suassuna, de WWF Brasil. “Nuestro éxito depende de lo rápido que esas naciones reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático”, añadió.
Protección de zonas marinas
Por otro lado, seis países del sureste asiático y del Pacífico lanzaron ayer en Bali una iniciativa conjunta contra la degradación del Triángulo de Coral, que concentra la mayor biodiversidad marina del planeta.
La Iniciativa en pro del Triángulo de Coral pretende poner en marcha una red de zonas marinas protegidas, reducir las degradaciones causadas por las industrias pesqueras, promover el ecoturismo, así como concientizar y ayudar a las poblaciones locales.
El Triángulo de Coral abarca Filipinas, la costa este de Borneo, la isla de Sulawesi, el archipiélago de las Molucas, Bali y las isletas de la Sonda, Papuasia Occidental (Indonesia), Timor Oriental, Papuasia Nueva Guinea (PNG) y las islas Salomón.
Estas regiones representan menos de 2 por ciento de los océanos, pero contienen 53 por ciento de los arrecifes coralinos del mundo y 76 por ciento de las especies coralinas conocidas. Más de 600 tipos de corales y más de 3 mil especies de peces viven allí. Estos recursos contribuyen a la subsistencia de 120 millones de personas. Un tercio de la pesca mundial del atún se realiza en el Triángulo de Coral.
EU se queda solo
Por otro lado, Estados Unidos ayer se encontraba cada vez más aislado en la conferencia de Bali sobre el clima, después de que Australia proclamó su “apoyo total” a las reducciones masivas de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento de la atmósfera.
“Nuestra posición no ha cambiado”, declaró Harlan Watson, jefe de la delegación estadunidense en las discusiones de la isla indonesia para elaborar los grandes lineamentos de una política climática mundial para después de 2012. Agregó que no estaba influido por la propuesta que hizo el miércoles una comisión del Senado estadunidense de adoptar medidas más severas en el problema.
La única herramienta internacional para limitar el calentamiento global es el Protocolo de Kyoto, y Estados Unidos es el único país desarrollado que no lo ha ratificado, después de que Australia lo hizo el lunes pasado.
Las autoridades australianas anunciaron ayer que apoyan la preconización de los expertos sobre la evolución del clima de reducir de 25% a 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero con miras a 2020. Las cifras se acercan a los compromisos de la Unión Europea, que se ofreció a reducir sus emisiones de gases en por lo menos 20 por ciento hacia 2020 e incluso en por lo menos 30 por ciento, si otros industrializados también lo hacen.