Incluye piezas en vivo, tocadas en lugares como el Teatro de la Ciudad y El Chopo
Cabezas de Cera lanza hoy Hecho en México, su quinta producción
De manera alterna, presentarán el video Azul Hiel Lúgubre Néctar, de Luis Felipe Hernández
Tocarán en el Ollin Kan y en el Alicia, foro al que consideran su casa
Ampliar la imagen CDC es una banda que no cede ante el mercado musical; su interés está en el descubrimiento de nuevos caminos sonoros Foto: Cortesía de la agrupación
Cabezas de Cera (CDC) crea música urbana, en particular de la ciudad de México. La banda está compuesta por músicos honestos, valientes, que están en una continua exploración de los caminos sonoros contemporáneos. No les interesa hacer concesiones ante el mercado musical.
Hoy presentan su quinto disco, Hecho en México. Se trata de grabaciones en vivo durante este año, que incluye piezas tocadas en lugares disímiles, como el Teatro de la Ciudad y el Tianguis del Chopo, así como en diversas ciudades de la República.
La gente intenta catalogar a CDC como jazz, rock progresivo o world music. Si bien sus piezas pueden tener aires de varios géneros musicales, nunca son sólo jazz o sólo rock, sino que van integrando elementos de distintos lados. No lo hacen en un afán de fusión por fusión: se van alimentando de los sonidos de la calle, de la tecnología y de lo que hacen sus compañeros musicales en México y en otras partes del mundo. “La ciudad de México es un collage cultural, es nuestra cotidianidad”, dijo Francisco Sotelo Vargas, de 34 años, en entrevista con La Jornada.
Su hermano, Mauricio, de 30 años, completó: “La música es el reflejo de lo que somos y vivimos”.
Las piezas no contienen letra: “La gente crea historias a partir de las canciones. Recuentan su versión”, explicó Ramsés Luna Moreno, de 33 años.
El bien cuidado sonido, tanto en vivo como en estudio, es obra de Edgar Arrellín Rosas, diseñador de audio, personaje fundamental de la agrupación, quien trabajó con músicos del movimiento rupestre. “Nos hizo ver la importancia de hacer un sonido propio, de cuidar el audio”, contó Mauricio.
También distingue a esta agrupación que Francisco crea instrumentos, como el armatoste, el tricornio y la jarana prisma. En Hecho en México se escucha el charrófono (“híbrido de sitar hindú y guitarra eléctrica de seis cuerdas, modelado en lámina de hierro. Tiene una pastilla midi que permite procesar electrónicamente su sonido”.)
El grupo, pues, tiene enorme diversidad instrumental.
Ramsés, quien tocó el clarinete en una orquesta y también participó en la skasera Revuelta Propia, en el cidí toca saxofón alto, saxofón soprano, wind midi y whistle.
Mauricio, quien tiene estudios formales de música y aprendió el stick “a través de ver a otros”, toca en el disco el grand stick, el chapman stick (por cierto, poco usado en nuestro país), el charrófono y la guitarra electroacústica.
Francisco ejecuta la batería acústica y las percusiones electrónicas.
Además del concierto de hoy, el 13 ofrecerán uno de entrada libre en el Multiforo Alicia, al cual consideran su cuna. Ahí se conocieron, trabajaron, aprendieron de música y grabación, ensayaron, hicieron su “primera tocada importante”, como le llaman ellos, en diciembre de 1995, y se dieron a conocer.
Sin manager ni gran presencia en los medios masivos, su música más bien se ha dado a conocer de boca en boca, logrando un buen número de seguidores. De manera continua reciben invitaciones para asistir a festivales en el extranjero, desde Europa hasta Asia. Hoy tienen seguidores en lugares tan distantes como Uzbekistán, Croacia y Punta Arenas (Chile).
Actualmente participan en los conciertos Vientos y lugares, parte de la exposición itinerante Literaturas del exilio, homenaje a poetas españoles y catalanes exiliados.
Presentación del disco y proyección de la animación Azul Hiel Lúgubre Néctar, de Luis Felipe Hernández. Día 8, a las 20 horas. Multiforo Ollin Kan. San Fernando esquina Juárez, centro de Tlalpan. Entrada: 70 pesos. Día 13, a las 19:30 horas. Con Juan Pablo Villa y el cuarteto de cuerdas The Sconek-T. Multiforo Alicia. Avenida Cuauhtémoc 91, Roma. 5511-2100. Entrada libre.