Controversia por celebración de futbolistas
Preocupa al Vaticano veto de todo gesto religioso
“No pueden dejar su fe en el vestidor”
Ampliar la imagen Kaká expresó su deseo de convertirse en pastor evangélico al finalizar su carrera deportiva Foto: Ap
Ciudad del Vaticano, 7 de diciembre. El Vaticano expresó su temor de que puedan eliminarse todos los signos religiosos, inclusive los más banales, de las canchas de futbol para evitar controversias, reveló el encargado de Iglesia y Deporte de la Sede Apostólica, Kevin Lixey.
“No es deseable considerar controvertida cualquier señal religiosa, lo que temo es llegar al extremo de prohibir todo, por ejemplo, que se impida a un jugador arrodillarse para rezar durante el festejo de un gol”, señaló en entrevista.
Esto, tras la polémica desatada en el balompié europeo por el anuncio de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) de que prohibirá toda gesto referente a un credo por parte de los jugadores.
Así lo informó el vocero del organismo, Andreas Harren, en julio pasado, cuando Kaká, del AC Milan, festejó el triunfo de su equipo en la Copa de Campeones con una playera que rezaba “pertenezco a Jesús”.
La controversia volvió a tomar fuerza esta semana, luego de que el brasileño ganó el Balón de Oro y expresó su deseo de convertirse en pastor evangélico al finalizar su carrera deportiva.
“En el caso de prohibir las manifestaciones religiosas, la FIFA tendrá sus razones, pero se considera un poco exagerado”, afirmó el funcionario, quien aclaró que la Iglesia “no incita a la militancia” ni tampoco considera esas expresiones como “las más adecuadas”.
Lixey defendió el derecho de los futbolistas de vivir sus propias creencias, porque “no se puede entrar a la cancha y dejar la fe en el vestuario.
“No afectan al fair play, no están haciendo un señalamiento contra otra persona; se trata de gente que quiere mostrar su fe y que debe ser libre de poder hacerlo”, sostuvo.
Dijo que tiene sentido prohibir los signos que enardecen a la gente por su significado, como en Italia por el saludo fascista, pero “quitar toda señal religiosa del campo de juego es una medida que va contra la persona misma.
“Si uno está jugando lo hace como persona, en el caso de muchos jugadores lo hacen además como creyentes, así se vuelve muy difícil pretender que se divida la parte religiosa de la parte personal, esto va contra la misma dignidad humana”, afirmó el encargado de Iglesia y Deporte.