El tricolor teme perder 6 demarcaciones y que las ganen AN y PRD
PRI y gobierno del Edomex entrampan redistritación
El IEEM aprobó la medida en 2006 para buscar más equidad en el voto
El sol azteca demanda la renuncia de consejeros por falta de resultados
Ampliar la imagen La actual distritación en el estado de México se basa en el Censo General de Población de hace 17 años. En la imagen, entrega de la paquetería para la elección de gobernador hace dos años Foto: Mario Antonio Núñez
Ampliar la imagen El PAN y el PRD piden al Instituto Electoral del Estado de México acelerar la nueva cartografía para los comicios de 2009. En la foto, recuento de boletas en 2005 Foto: Mario Antonio Núñez
Toluca, Mex., 8 de diciembre. La redistritación electoral en la entidad mexiquense se complica debido a que el PRI y el gobierno del estado han obstaculizado los trabajos en la materia realizados por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) pues el tricolor sería el más perjudicado con la nueva distribución de los 45 distritos.
De concretarse la medida, el PRI perdería entre cinco y seis posiciones localizadas en zonas rurales y éstos se reubicarían en regiones de alta densidad poblacional como el valle de México, donde el PAN y el PRD acaparan la preferencia de los votantes.
Pero la presión hacia el IEEM no ha sido únicamente del lado oficial. El PRD ha cuestionado el papel de los consejeros, por no entregar resultados concretos de los trabajos que desde hace un año inició la comisión especial encargada de definir la nueva distritación, por lo que en más de una ocasión ha demandado la renuncia de los integrantes del consejo.
La pretensión es que la nueva redistritación esté lista para el proceso de marzo de 2009, cuando se renovará el Congreso local y los 125 ayuntamientos del estado. Para ello deberá aprobarse a más tardar en mayo de 2008, es decir cien días antes de que se inicie formalmente el proceso electoral, según la ley.
En septiembre de 2006 el Consejo General del IEEM aprobó la conformación de esa comisión con el argumento de que tal como se encuentran actualmente los distritos “el voto no vale lo mismo en el valle de Toluca que en el valle de México”, dijo el consejero Norberto López. Su compañero Bernardo Barranco agregó que además “se vulneran los principios de objetividad, pero sobre todo de equidad”.
La última distritación en la entidad se realizó hace 11 años con datos del censo de 1990, es decir, con información de hace 17 años. En ese periodo el estado de México ha sido la entidad con el ritmo de crecimiento más grande del país, al grado de que cada día llegan mil nuevos habitantes, es decir 365 mil al año.
En las dos décadas recientes, este crecimiento ha recaído en más de una docena de municipios de la zona metropolitana del valle de México, entre ellos Cuautitlán Izcalli, Tultepec, Tultitlán y Tecámac, que han duplicado su población, lo que representa que el número de electores promedio por distrito en esta zona sea superior a 200 mil.
Hay distritos que incluso superan los 450 mil electores, como el 27, con cabecera en Chalco; el 31, de La Paz, y el 38, de Coacalco.
En contraparte, en el valle de Toluca (que abarca el sur y norte del estado) los distritos se componen de 120 mil electores en promedio, aunque muchos se encuentran por debajo. En Santo Tomás sólo hay 55 mil electores; en Ixtapan de la Sal, 81 mil; en Jilotepec, 79 mil, y en Tianguistenco, 77 mil.
Así, en los distritos ubicados en la zona metropolitana del valle de México se requieren de más de 50 mil votos para ganar una diputación, mientras en la zona norte y sur del estado bastan con 15 mil o 20 mil.
Además, en varias partes del sur del estado los municipios registran un decremento en su población, debido a la migración de sus habitantes a Estados Unidos.
De acuerdo con el artículo 139 de la Constitución del estado de México, la base para realizar la demarcación territorial de los 45 distritos electorales será la resultante de dividir la población total del estado, conforme al último Censo General de Población, entre el número de los distritos señalados, teniendo también en cuenta para su distribución, los factores geográfico y el socioeconómico.
Juan Carlos Núñez Armas, dirigente del PAN, señaló que la nueva demarcación se debe realizar con base en estos criterios, pero Ricardo Aguilar, su homólogo del PRI, apuntó que se deben incluir otros, como el cultural y étnico, para hacer una redistritación que no perjudique a nadie.
“No nos oponemos a la redemarcación, pero no vamos a permitir que se fijen reglas para beneficiar a unos y perjudicar a otros. Pareciera que los trabajos del IEEM llevan una dedicatoria para el PAN y el PRD. Le demandamos que mantenga una posición de igualdad para todos los partidos políticos”, dijo Aguilar.
Además de Bernardo Barranco y Norberto López, Juan Carlos Villarreal, director general del IEEM, señaló que el instituto realiza los trabajos desde el punto de vista técnico y no se tiene la mínima intención de perjudicar o beneficiar a alguien.
La comisión especial para la redemarcación electoral está apoyada por un grupo técnico interdisciplinario integrado por geógrafos, demógrafos y especialistas en estadística y cartografía.
Los opositores a esta redistritación “han recurrido a todo, incluso usando mecanismos vulgares. Primero nos trataron de convencer, luego de comprar, e incluso vinieron las amenazas”, reveló un integrante del consejo electoral.
Otro dijo que en un encuentro con un alto funcionario del gobierno mexiquense, “recibimos la recomendación a nombre del gobernador del estado de no moverle más. Que si insistíamos iban a promover en la legislatura nuestra remoción”.
Juan Carlos Villarreal, director del IEEM, demandó a los partidos dejar que el instituto termine sus trabajos técnicos. “Una vez con los criterios podemos fijar una metodología y luego un cronograma para tenerlos listos antes de mayo”, pidió.