Enfrentará la final contra Boca Juniors
AC Milan venció con apuros 1-0 a Urawa Reds
Tokio, 13 de diciembre. AC Milan derrotó por ajustado 1-0 a Urawa Reds y avanzó a la final del Mundial de clubes, que se realiza en Japón, para disputar el título a Boca Juniors de Argentina.
El holandés Clarence Seedorf anotó el tanto del triunfo del equipo italiano, actual campeón de Europa, al minuto 68. El pasado miércoles Boca venció por idéntico resultado al Etoile du Sahel, de Túnez.
Milan sudó más de la cuenta para imponerse al cuadro japonés, que opuso resistencia con un juego defensivo prolijo y efectivo, aunque casi renunció al ataque.
El cuadro de Italia fue claro dominador posicional del juego, pero no lograba generar peligro debido al cerrojo defensivo asiático, y apenas si hubo un cabezazo de Massimo Ambrosini sobre el larguero, tras un tiro de esquina de Andrea Pirlo en los momentos iniciales del partido.
A los 23 minutos comenzó a aparecer a pinceladas Kaká. Regateó a varios rivales en velocidad y con un toque hacia la derecha dejó solo a Seedorf, que remató flojo y a las manos de Tsuzuki.
Tres minutos después Kaká habilitó a Marek Jankulovsky, pero éste perdió su remate. Fue hasta los 39 minutos cuando e dio una nueva jugada del Milan: Massimo Oddo centró desde la derecha, pero un errático Alberto Gilardino –luego remplazado por Filippo Inzaghi– no alcanzó a conectar.
Los nervios se apoderaban del club italiano en la segunda parte al ver que no lograba vencer el vallado defensivo japonés, que cada tanto lograba adelantar alguna pieza, en especial cuando el balón quedaba en los pies de su atacante brasileño Washington.
Sin embargo el Milan adelantó a sus dos defensas centrales casi hasta el campo rival y el partido comenzó a jugarse sólo del lado de la defensa de los Reds, que se retrasaba cada vez más.
Tras dos ocasiones perdidas por Seedorf llegó el gol, al 68, cuando desde la izquierda Kaká se deshizo de defensores y tocó sutilmente al medio para que el holandés empujara el balón al fondo del arco.
A partir de ahí Milan manejó el partido con oficio, pero dejó una imagen muy similar a la de Boca, su próximo rival del domingo, cuando enfrentó al Etoile du Sahel. El equipo italiano evidenció que sigue dependiendo de lo que haga Kaká.