El mandatario de facto levanta el estado de excepción
Pervez Musharraf promete comicios justos y transparentes en Pakistán
Islamabad, 15 de diciembre. El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, prometió este sábado que las elecciones de enero serán justas y transparentes, en un mensaje a la nación pronunciado horas después de levantar el estado de excepción impuesto hace un mes y que “salvó al país”, según sus palabras.
“Contra mi voluntad y como último recurso impuse el estado de excepción y salvé a Pakistán de la desestabilización”, explicó el ex general de 64 años, otrora jefe de las fuerzas armadas y ahora líder civil.
“Era inevitable, por eso lo impuse”, aseguró Musharraf en el mensaje grabado, y destacó que se logró “poner fin a la ola de terrorismo y activismo (islamita)”, y “la situación mejoró en su conjunto”.
Sin embargo, un atentado suicida costó hoy la vida a cinco personas en una base militar paquistaní a la que llegó un atacante suicida en bicicleta, con chaleco explosivo; otras seis personas resultaron heridas. Ningún grupo se lo atribuyó pero se sospecha de militantes islámicos del valle de Swat.
Unas 700 personas han muerto en lo que va de año en Pakistán en atentados, más de la mitad desde julio, cuando el ejército allanó una mezquita tomada por fundamentalistas con saldo de 100 muertos.
Musharraf negó además que esté tratando de amañar los comicios. “Algunos líderes políticos están hablando de manipulación en las elecciones del 8 de enero. Hablan de manipulación cuando ni siquiera empezó la campaña”, agregó. “No tiene ningún fundamento”, sentenció.
Musharraf, que tomó el poder hace más de ocho años gracias a un golpe de Estado militar incruento, decretó el estado de excepción el 3 de noviembre en esta república islámica, una potencia nuclear de 160 millones de habitantes.
Más adelante, después que sus aliados occidentales se lo pidieron en diversas ocasiones, prometió levantarlo antes del 16 de diciembre, fecha escogida para el comienzo oficial de la campaña electoral.
Bajo el estado de excepción, las autoridades arrestaron, sin control alguno de la justicia, a más de 5 mil opositores –que fueron liberados hace poco, salvo unos 30–, destituyeron a los jueces que cuestionaban la legalidad de la relección de Musharraf el 6 de octubre e impusieron a los medios de comunicación una cierta censura.
La Casa Blanca saludó este sábado el levantamiento del estado de excepción en Pakistán por Musharraf, en cumplimiento de sus compromisos, y también manifestó su satisfacción el gobierno británico.