Terminan obras que permitirán paso del agua y retiro del obturador
Concluye reubicación de 3,500 pobladores de zonas chiapanecas en riesgo de inundarse
Ampliar la imagen Una casa de la comunidad Loma Bonita, municipio de Ostuacán, Chiapas, quedó casi cubierta por el agua del río Grijalva, cuyo nivel subió desde el jueves cuando fueron abiertas las compuertas de la presa Malpaso Foto: Elio Henríquez
Juan de Grijalva, Chis., 15 de diciembre. Este sábado concluyeron los trabajos del canal que permitirá el paso del agua y el retiro del tapón en el río Grijalva. También terminó la evacuación de 3 mil 500 pobladores de comunidades ubicadas en las márgenes del citado río.
Un funcionario federal reveló que los trabajos para retirar totalmente los más de 4 millones de metros cúbicos de tierra que desde el 4 de noviembre obstruyeron el cauce, cerca del ejido Juan de Grijalva, tendrán un costo aproximado de mil millones de pesos. Sólo los contratos hechos con 11 empresas privadas –entre ellas Ingenieros Civiles y Asociados– tienen un costo de 500 millones.
Mencionó que en las labores participan, entre otras, las comisiones Federal de Electricidad (CFE) y Nacional del Agua, las Secretaría de la Defensa Nacional y la de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Petróleos Mexicanos, la Armada de México y el Instituto de Ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El canal por donde a las 8 horas del martes 18 de diciembre empezará a correr el agua estancada, quedó prácticamente terminado este sábado y por ello la mayor parte de la maquinaria y trabajadores fueron retirados del caído, como llama la CFE al tapón.
“Sólo se dejaron unas cuantas máquinas y trabajadores para hacer del canal el ajuste fino que garantice que va a tener la pendiente adecuada; el lunes empezaremos a llenar la parte de arriba del tapón para que el agua alcance el nivel del canal, corra, empuje la tierra y rompa el dique”, afirmó Luis Toribio Martínez Ramírez, superintendente de la presa Peñitas.
Añadió que ante la posible “ruptura súbita del tapón a causa de las corrientes de agua que comenzarán a pasar el 18, se tomó la decisión de vaciar la presa Peñitas desde el 12 de diciembre”, lo que permitiría recibir sin problemas los 400 millones de metros cúbicos de agua que, se calcula, están estancados del otro lado del tapón, pues su capacidad es para 600 millones de metros cúbicos.
“Estamos sacando 250 metros cúbicos por segundo por vertedor, y la noche de este sábado Peñitas queda vacía, por lo que esperamos que el martes comience a pasar el agua de este lado”, precisó. “Si se rompe el tapón Peñitas tendría capacidad de almacenar el agua estancada”, recalcó.
–¿No hay riesgo aunque el agua se lleve de golpe el tapón?
–Ninguno. Por eso está vacía la presa Peñitas, y lo puedo asegurar porque yo vivo en Huimanguillo, Tabasco (abajo de Peñitas) y no he sacado a mi familia.
La navegación por lancha fue suspendida en Peñitas debido a su bajo nivel y por los azolves a lo largo de los 14 kilómetros por agua que hay desde la presa hasta el tapón.
Daniel Roque Figueroa, secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana de Chiapas, informó que las comunidades asentadas a orillas del Grijalva, debajo de la cota de 105 metros sobre el nivel del mar, fueron evacuadas en su totalidad.
Señaló que a las 14 horas concluyó el desalojo de las 3 mil 500 personas de comunidades de Ostuacán y Tecpatán, que pudieran sufrir alguna inundación por el crecimiento del nivel del río. Las dos últimas familias que fueron sacadas por lancha procedían de la comunidad Loma Bonita, municipio de Ostuacán.
En un recorrido se observó que decenas de casas ubicadas en los márgenes del río Grijalva estaban abandonadas y con un sello de “resguardadas”. Sólo reses y caballos pastaban en los cerros la tarde de este sábado.
Otras viviendas habían sido cubiertas ya por el agua, debido a que el nivel ha subido rápidamente desde el jueves cuando se abrieron gradualmente las compuertas de la presa Malpaso, con la finalidad de que el próximo martes el nivel llegue a la parte más baja del canal que se hizo en Juan de Grijalva y el agua pueda correr.
Roque Figueroa afirmó que el acuerdo con los pobladores “es que nosotros vamos a vigilar sus propiedades y por ello hicimos un censo, se registraron y nos indicaron cuál era su destino, a dónde iban, de tal manera así también nos aseguramos que no se iban a algún lugar cercano de riesgo”, manifestó.
El puesto de mando para las acciones de evacuación se instauró desde el jueves en la comunidad La Herradura, donde la tarde de hoy sólo quedaba la familia Bahena Salgado, propietaria de la caseta telefónica que da el servicio al personal que cuida la zona.