Astillero

Julio Hernández López
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Huevos

IFE: ocho cómplices remolonean

Jurisprudencia oval en la Corte

SAR-ISSSTE, arzobispo, El Zapotal

A la hora de cerrar esta columna no se habían puesto de acuerdo los ocho sobrevivientes/cómplices que a la salida ventajista de Luis Carlos Ugalde peleaban por aprovechar durante unas semanas los despojos de lo que con ellos se convirtió el Instituto del Fraude Electoral. En realidad, ni siquiera es necesario conocer el nombre de quien haya quedado como administrador del fideicomiso de liquidación de la era Ugalde. Cualquiera de los aspirantes al brevísimo e intrascendente relevo es de tan baja monta política, y su historia estará tan em-barrada de 2006 como las de sus colegas, que el circunstancial asomo a la palestra de esos consejeros sombríos sólo sirve para confirmar que en 2003 el PAN y el PRI entregaron el futuro electoral mexicano a personajes de tan pocas luces que obviamente habrían de llegar a las tinieblas actuales.

Por lo pronto, las promesas (desde emitidas, sabidamente falsas) de que el instituto electoral sería encaminado a etapas de mejoría han quedado en tragicómica verborrea: la convocatoria a la “participación” de la sociedad en la elección de nuevos consejeros quedó en farsa sin siquiera ropajes de disimulo; las discusiones entre coordinadores de las bancadas se mostraron como simple ejercicio de tianguis político y, en el colmo de las aberraciones, le fue regalada a Luis Carlos Ugalde, sentenciado a muerte política, una salida que no atenúa ni modifica sus responsabilidades históricas en el fraude de 2006 pero que, cuando menos, le permitió un manejo personal de la crisis y cierto discurso de justificaciones.

Otra corte de poder en declive es la judicial. Ayer las puertas del recinto de máxima asignación oficial de justicia recibieron una abundante visita oval de co-lores blanco y amarillo. Área tradicionalmente sustraída a las pasiones políticas y partidistas, la de los juzgadores institucionales está ahora bajo la lupa ciudadana a causa de resoluciones que de tan escandalosas han confirmado a los legos que en esa casa de solemnidades se tuerce el sentido de la justicia para imponer el de una legalidad convenenciera. La historia del Poder Judicial federal está asociada a las presiones, la corrupción, los intereses de los poderosos y el uso de la sapiencia jurídica como fuente de exculpaciones para quienes pueden pagarla, pero el nuevo México apenas va expresando ac-tivamente su conciencia de esos arreglos facciosos en las cúpulas.

Ayer tocó hueviza a causa del desenlace que tuvo el caso Lydia Cacho, en el que seis de 10 ministros se esmeraron en demostrar a los ciudadanos que con palabrería y cara dura se puede convertir a héroes preciosos coñaqueros en inocentes casi con derecho a exigir desagravios e indemnizaciones, y que los esfuerzos individuales de denuncia de abusos e injusticias de nada sirven ante la muralla judicial cada vez más alejada de los intereses colectivos.

Astillas

El lector J. A. Rosales reporta: “las cuentas que los trabajadores al servicio del Estado mantienen en el SAR-ISSSTE han empezado a desaparecer. Todo comenzó hace unas semanas, cuando al acudir a Bancomer, por ejemplo, para solicitar el estado de tu cuenta, te informan que ya no existe y que, a petición del gobierno federal, fue transferida, sin precisarte adónde (supongo que a ese ente llamado Pensionissste). Desde luego, te proporcionan un número 01 800 para que allí te informen, pero pregúntame cuándo está desocupado o cuándo te contestan tu llamada. Todo esto huele a robo. Se supone que el dinero ahorrado en esa cuenta se entregaría al trabajador al término de sus servicios, por ejemplo, la jubilación. ¿Qué crees que le van a entregar ahora?”… Las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) de Oaxaca protestan por las acciones que, dicen, está tomando el arzobispo José Luis Chávez Botello contra el coordinador diocesano de las mencionadas comunidades, “el presbítero Leoncio Hernández Guzmán, párroco de Santiago Apoala, Nochixtlán”, a quien “se ha estado presionando para que deje de acompañar al pueblo de Oaxaca en marchas y procesiones relacionadas con el conflicto del pueblo con el gobierno”. En una carta dirigida a Chávez Botello se le dice que a los fieles de aquella entidad “nos queda claro que la Iglesia-institución es-tá cada vez más al servicio de los poderosos y no del pueblo de Dios. Al igual que el sistema gubernamental, la Iglesia-institución, representada por usted, quiere apagar la voz del pueblo”. Añaden las CEB: “Señor obispo: ya deje de hostigar y amedrentar a nuestros sacerdotes, que en su momento han de-cidido acompañar al pueblo en su lucha por lograr un mundo mejor. No sabemos ni entendemos por qué cuestiona al padre Leoncio por abandonar su parroquia (se-gún usted), en su compromiso con el pueblo, y no re-prende a los sacerdotes que, por problemas de alcoholismo o por tener una doble vida, abandonan sus templos (…) También es abandonar la parroquia cuando los sacerdotes no acompañan a su pueblo en la transformación social y deciden quedarse en sus templos comercializando los sacramentos”… Campesinos de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, aseguran que en el Instituto de Historia Natural y Ecología se está cometiendo una arbitrariedad laboral contra la maestra de biología Yara Fernández Moreno, quien desde hace 17 años realiza investigaciones en la reserva ecológica El Zapotal, donde está el zoológico Miguel Ál-varez del Toro. Fernández Moreno ha escrito trabajos que son referencia necesaria en el tema de las reservas ecológicas urbanas y está en vías de presentar sus exámenes predoctorales, pero, dice el Comité de Campesinos Pobres, “como estorba a los planes neoliberales de convertir a la reserva en destino turístico, con hoteles y cabañas, lo que dañaría más la reserva, la están obligando, con medios coercitivos y jurídicos, a que salga de esas instalaciones y pase a unas oficinas fuera de El Zapotal, y que además le indicarán qué nuevo proyecto de investigación debe realizar”… Y, mientras Ebrard y Peña Nieto se construyen un puente político de concordias futuristas, ¡hasta mañana, en esta columna en busca de posada!