Extranjeros sugieren a las FARC no negociar: Uribe
Exigen colombianos a la guerrilla que libere a todos los secuestrados
Ampliar la imagen Más de mil personas participaron en la marcha, que concluyó en la Plaza Bolívar. Varios manifestantes portaban fotos de los plagiados, entre ellas la del senador Luis Eladio Pérez Foto: Ap
Bogotá, 16 de diciembre. Cientos de personas vestidas de blanco marcharon este domingo por calles céntricas de Bogotá, en demanda de que la guerrilla libere a secuestrados y el gobierno busque un acuerdo humanitario con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La denominada Marcha blanca por la libertad de todos los secuestrados y secuestradas logró reunir a unas mil 500 personas, que comenzaron la movilización en tres distintos puntos de la capital colombiana y confluyeron en la Plaza Bolívar, en el centro histórico.
El tema del plagio cobró relevancia en las últimas semanas, tras las actividades de mediación del presidente venezolano Hugo Chávez –canceladas por su homólogo colombiano Álvaro Uribe– y luego de que se conocieron pruebas de vida de Ingrid Betancourt, quien siendo candidata presidencial en 2002 fue secuestrada por insurgentes de las FARC.
“Ojalá se sienta en el mundo que estamos reaccionando por fin”, manifestó la senadora del opositor Partido Liberal Cecilia López, quien participó en la movilización.
Los manifestantes no sólo exigieron la liberación del medio centenar de plagiados, cuyo canje trató de negociar Chávez entre el 31 de agosto y el 21 de noviembre pasados. También abogaron por la libertad de unas 3 mil 100 personas que, de acuerdo con fuentes de seguridad gubernamental, se encuentran en cautiverio, unas en poder de organizaciones insurgentes y otras de asociaciones delictivas.
Según cifras del gobierno, las FARC tienen en su poder a unos 745 individuos, 45 de los cuales son considerados rehenes políticos, canjeables por guerrilleros presos. Entre 300 y 500 están retenidos por el ELN, segunda fuerza rebelde de Colombia.
Por el momento, las negociaciones entre gobierno y guerrilleros están paralizadas. Luego de que Uribe terminó con los buenos oficios de Chávez, el mandatario ofreció establecer una “zona de encuentro”, durante 30 días, para negociar el acuerdo humanitario. Asimismo planteó que la reunión se efectúe en un área rural despoblada de 150 kilómetros, sin puestos de policía ni elementos del ejército, pero con observadores internacionales. La operación estaría a cargo de la Iglesia católica.
Uribe criticó hoy a las FARC por no aceptar la “zona de encuentro”, y afirmó que su postura obedece a recomendaciones de “políticos nacionales e internacionales”, quienes recomiendan a los rebeldes aceptar el diálogo sólo si las reuniones se celebran en una “zona desmilitarizada”, lo que según el gobierno colombiano es contrario al mandato constitucional.
Según un reportaje del diario español El País, Venezuela sirve de “santuario” a las FARC.
Por lo que toca al ELN, el diálogo para alcanzar un acuerdo de paz, iniciado en diciembre de 2006 en La Habana, se estancó en agosto pasado, debido a que los insurgentes rechazan el planteamiento del gobierno de Uribe de concentrar a los combatientes en un lugar, con el fin de verificar el cese de hostilidades; el mando insurgente exige que ese procedimiento se deje hasta el final de la negociación y no al principio.