Presidente de la Conanp: se debe buscar la legislación que provenga de consensos
La ley ambiental, especie de péndulo; o permisiva o restrictiva: especialista
Anuncia Ernesto Enkerlin que en breve se decretará a Manglares de Nichupté área natural protegida
Prohibir cambio de uso de suelo donde existe la vegetación, una opción: experto
La vegetación de manglar es un activo para la actividad hotelera, ya que mitiga los embates de los fenómenos hidrometeorológicos –que irán creciendo con el tiempo a causa del cambio climático–, y la viabilidad futura del turismo debe considerar esta vegetación, advirtió Ernesto Enkerlin, presidente de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Señaló que en los próximos años “las primas de los seguros por construcciones cerca de las costas van a ser una diferenciación muy importante entre aquellas donde haya manglar y donde no, porque los daños que recibirá la infraestructura en zonas donde no se cuida habitualmente el mangle van a ser mucho más altos”.
Anunció que próximamente se dará a conocer el decreto de área natural protegida de Manglares de Nichupté, “muy importante en su tipo y que está en el corazón de la zona hotelera de Cancún”. Hay que recordar que hace unas semanas la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) canceló la autorización ambiental del megaproyecto Bay View Grand, junto a esta laguna, debido a violaciones a la legislación ambiental.
Enkerlin agregó que el tema de su regulación “ha seguido una especie de ley del péndulo, donde de repente ha sido excesivamente permisiva y de repente excesivamente estricta”.
Explicó que el esquema de áreas naturales protegidas tiene a su alcance una serie de instrumentos en los que los manglares quedan defendidos totalmente porque ésa es la función final de una reserva, pero “no podemos pensar que todo el territorio nacional pueda ser un área protegida. Ésa nunca ha sido la intención; quisiéramos que siga creciendo el sistema de áreas naturales protegidas y tener más con manglares”.
Frente a las intenciones del Congreso de la Unión de modificar la ley general de Vida Silvestre para flexibilizar la regulación del manglar, consideró que se debe buscar una legislación que tenga consenso.
Por su parte, Exequiel Ezcurra, nuevo presidente del Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas, señaló que no hay que olvidar el cambio climático global; “las previsiones que tenemos son que los huracanes van a ser más intensos. Y desde Paulina en 1997 hasta ahora, la cantidad de ciclones ha sido muy alta, mayor que la media histórica”. A esto, precisó, se suma el aumento en el nivel del mar, que hasta ahora ha sido de entre 10 y 17 centímetros, y va en ascenso, por lo que “la necesidad de mantener costas saludables y proteger a las poblaciones es obvia”.
Advirtió que el problema con el manglar es que cuando se corta y se cambia el uso del suelo, para construir un hotel o para hacer acuacultura, esa vegetación desaparece. “No hay muchos otros lugares inundables con agua de mar y agua dulce donde puedas restaurarlo. La mayor parte de la tala de manglar es una pérdida neta. Sencillamente no hay donde restaurarlo”.
Agregó que hay algunos lugares de manglar deteriorado que se podrían restaurar pero esa alternativa es relativamente finita. Consideró que la prohibición total de explotación de manglar, como está actualmente en la ley, tampoco es adecuada, ya que existen comunidades que viven de manera sustentable en zonas de manglar, como en Marismas Nacionales, Nayarit.
“Por proteger los manglares del desarrollo descontrolado, no debemos afectar a las comunidades que viven del manglar de manera sustentable; el concepto conservacionista de que nadie entra ni sale se lleva entre las patas a las comunidad.” Estimó que lo que debería darse es una prohibición al cambio de uso de suelo en las zonas donde existe este tipo de vegetación
Cabe recordar que el 10 de abril de 2003 se publicó la norma 022 sobre manglar, que se llevó siete años de elaboración y en la que participaron científicos, organizaciones y autoridades, pero el 7 de mayo de 2004 el entonces titular de la Semarnat, Alberto Cárdenas, modificó la normatividad sin consulta pública de por medio, contra lo que establece la legislación ambiental.
El año pasado se comenzaron a elaborar cambios a esta regulación, pero el proceso se detuvo porque los empresarios turísticos recurrieron al amparo.