Exige respeto para quienes van a EU, pero no da garantías a los extranjeros, afirma

México maneja un doble discurso en el tema migratorio, asegura Sin Fronteras

Ha ratificado convenios internacionales, sin que esto se refleje en la legislación nacional

Denuncia detenciones ilegales por personas ajenas al INM o a la PFP

José Antonio Román

En el tema migratorio, el gobierno de México tiene un “doble discurso”: exige derechos humanos para los connacionales que viven en Estados Unidos, pero no está dispuesto a respetar estas mismas garantías individuales a los extranjeros que transitan por el país o se quedan en territorio nacional, señaló la organización Sin Fronteras.

Además, indicó que aun cuando México ha ratificado todos los acuerdos y tratados internacionales en materia de derechos humanos, “no hay avance alguno” en la armonización legislativa de esos acuerdos en la reglamentación nacional. Inclusive, el proceso legislativo para despenalizar las infracciones migratorias “ha quedado incompleto”, pues el Senado todavía no ha aprobado la iniciativa enviada por la Cámara de Diputados.

Al conmemorarse el Día Internacional del Migrante, la organización, que tiene más de 30 años de trabajar por los derechos humanos, particularmente con este sector poblacional tan vulnerable, se refirió a las declaraciones hechas la víspera por parte del presidente Felipe Calderón Hinojosa en la frontera de Tijuana.

“Mencionó que la política migratoria no puede estar por encima de los derechos humanos de los y las migrantes, refiriéndose a la política estadunidense. Pero no mencionó que tampoco la política migratoria mexicana puede estarlo. México debe predicar con el ejemplo y no endurecer sus políticas y trato a los trabajadores migratorios dentro de su territorio”, indicó la organización en un comunicado.

En este sentido, Fabienne Venet, miembro de dicha organización, al participar en la presentación del informe Mujeres migrantes en situaciones de violencia familiar en México, llamó al Estado mexicano a cumplir con sus compromisos internacionales de protección a la población migrantes y tomar medidas efectivas para ello.

Es importante, agregó, que se retome el problema de manera integral y se establezca una política que vincule el tema de la migración a los del desarrollo y de los derechos humanos. Dicha política debe ir acompañada de una normatividad adecuada a todos los niveles.

En su balance, Sin Fronteras denunció que en las estaciones migratorias de la capital y Tapachula, Chiapas, continúan ocurriendo casos de detenciones realizadas por autoridades no autorizadas o diferentes al Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal Preventiva.

Además, agregó, la discriminación continúa sustentada en disposiciones de la legislación y no ha sido eliminada de la práctica de algunos funcionarios públicos. En cuanto a la Ley General de Población, la falta de enfoque de género, así como de edad, representan en sí actos de discriminación hacia las mujeres, niños, niñas y adolescentes.

Esa misma ley y su reglamento, añade Sin Fronteras, discriminan sistemáticamente a las personas extranjeras en función de su estatus migratorio para su acceso a la justicia, a los derechos laborales, así como a sus garantías fundamentales, como la identidad y la salud, entre otros.

De igual forma, señala que en el presupuesto para las estaciones migratorias existe una falta de rendición de cuentas, clara y oportuna. A la falta de transparencia e información sobre el ejercicio del gasto, también se agrega un margen de discrecionalidad en detrimento de la población migrante, a la que no se le garantiza un acceso efectivo a los derechos y no se le brinda condiciones adecuadas de aseguramiento.